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URBAN HOOD FESTIVAL | ESPACIO MAS, SALAMANCA

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No vine aquí  a luchar contra los elementos.

Ah, que acertada la vieja sentencia para el mes de septiembre en Salamanca. Por que veamos, ¿quién dirían que fue el protagonista los días previos al evento?. No fueron los artistas, ni el publico ni nadie que se imaginen. Fue el tiempo. El estúpido tiempo. Los avisos de que la fecha señalada se iba a tornar en un día aciago arreciaron nunca mejor dicho los días previos, y aunque luego no cayó ni una gota (¿…?) pareció marcar, y mucho, a la gente para acercarse al festival que mereció una entrada aún siendo buena, mucho mas abultada. Con los restos encima de un verano que agoniza- y las consabidas ferias a la vuelta de la esquina- programar algo así a estas alturas parece, es, una heroicidad de valientes.

Alguien me preguntaba para entrevistas en el que sin duda era uno de los carteles del año en el estilo. Lo único que le podría contestar siendo justo en mi opinión, es a quien monta algo así. A lo que me refiero es a que en un periodo mínimo de tiempo, apenas unos meses, hemos tenido a muchos de los nombres mas importantes de la Urbana en la forma de grandes festivales que, gustos aparte faltaría mas, han contado con el respaldo y beneplácito de los miles de tickets despachados, y han propiciado que de repente estemos en el circuito de algunas de las giras mas grandes y exitosas. El hecho de tener a Bad Gyal en la ciudad por ejemplo, algo que casi parecía irreal hasta hace poco, puede refrendarlo sin problema.

Foto. Pedro Martín

Por supuesto que una ventaja añadida ha sido contar con la alianza de un recinto adecuado como el Espacio MAS que, ya lo advertí hace unas semanas, se va a tornar en imprescindible para quien ame la música en los próximos tiempos, y que se ha demostrado absolutamente acertado para el formato del festival (de cualquier festival en realidad, y la semana pasada con un evento diametralmente opuesto, lo veíamos), y que visto el éxito harán bien en mimar ambas partes. Ni que decir tiene que a la hora de valorar el impacto económico  no se debe olvidar que la Urbana conlleva a un tipo de publico muy joven y muchísimos menores con sus respectivos tutores legales o padres, o quien sea ,que acuden en masa es cierto, pero que luego eso no se refleja (un servidor lo ve en las salas todas las semanas) en el resultado global.

Sabrán de que hablo pues, cuando me refiero a valentía por montar algo así.

El día se lo había echado a la espalda Errecé para abrirlo y reconozco que me pareció una elección acertada desde que lo anunciaron. El hombre es uno de lo mas grandes freestylers patrios, y desde que avisó su retirada de las batallas para centrarse en su música no había podido verle en directo (era la primera vez que venía a Salamanca). Con un trabajo seminal bajo el brazo, “Me lo dedico”, y con la cobertura de Clonex tras los controles atrás, aprovechó bien su tiempo arriba desde que abrió con “Mi intención” y casi la empalmó con la estupenda. “Trincheras”. El baile de “De lao a lao” y una declaración de intenciones que hizo (“solo me siento libre aquí”, en referencia al escenario) llamaron la atención, e hicieron urgente verle en un espacio pequeño con la gente encima para que canciones como “Artes Marciales” u “ Os lo dedico” puedan saborearse más cerca. Subió a un espontaneo al que le pidió palabras, “Cafuné, ídolo, Canarias etc.”, y el hizo lo suyo con ellas, estrenó “Flamenco”, se bajó a la olla en “Me voy” a darse un baño, y se emocionó con la respuesta del personal en un pase que nos dejó con ganas de mas.

No creo que el one hit wonder pueda aplicársele a Nico Vega a.k.a. John Pollôn. El berciano demostró de sobra, que hay vida más allá de la encumbrada gallina. Anunciado con el añadido de llevar con el a un buen montón de amigos, estuvieron estupendos Yung Nick DeBlanco y Hilfi, y llevando atrás al grande de Tony Cobb cubriéndoles las espaldas, se marcaron una comparecencia muy a reivindicar desde que abrieron con “Llena Luna” e inundaron el festival con sus barras a grupo. No pararon ni un minuto de animar y contagiarnos del show que emanaba del que, esto es de una importancia capital amigos, tenían ellos arriba, “Black Hole” “Harry y su varita” “La vida es así”, y la parte en la que hacen “Creep” (ahorrémonos a Radiohead si les parece) fue a mi entender de lo mejor de la primera parte del festival. Y es curioso por que les había visto dos o tres veces en los últimos meses, pero ninguna tan bien como ese ratito De la fiesta/rave que montaron con la celebérrima gallina, ni les hablo. Será muy interesante ver hacía donde se dirigen en el futuro.

El fraseo pegajoso que esgrime no es para todo el mundo. Eso es en teoría. La realidad es que aquel titular de un periódico de Vigo (“¿Quien es Sticky MA y por que agota las entradas?) se ajusta mas a la verdad. Y es que cuando sale a media luz, la oscuridad presidió su pase y creo que fue muy acertado, el Agorazein mas orgulloso de serlo, cumplió una comparecencia hardcore llena de momentos espectaculares. Antes haciendo de puente entre lo que había pasado hasta ese momento y la llegada de los cabezas de cartel, Alex Martini ofertó una sesión brillante tras los controles con mezclas imposibles, la maquinaria de pirotecnia ya en funcionamiento y el personal rendido a sus pies cantando y bailando desde que empezó.

Con DJ Royce Rolo por detrás, intachable como siempre, tardó en arrancar pero luego fue muy emotivo ver a gente llorando por poder verle. ¿Saben eso que hace Dylan de cambiar los temas y que la mayoría de la gente no sea capaz de reconocerlos hasta bien entrados?, pues me acordé cuando miraba al hombre encima de las tablas, en una puesta en escena sobria y austera nada mas allá de unas letras en la mesa de Rolo, mientras hacía un set list que casi obligaba a hacer una carrera académica para identificarlo. Por eso se puede entender que alguien que no sea capaz de comprender lo que canciones como “Diablo”  “Piensa en mi” o “TKM” han supuesto para el imaginario colectivo del estilo, le encuentre, no es el caso del que suscribe, sobrevalorado . Y no voy a entrar tampoco a tasar lo que el trabajo de Steve Lean ha supuesto para su carrera, por que no hace falta. Me basta la sensación que albergo de ver a unos de los grandes cada vez que me encuentro con el.

Foto. Andrés Grande

Ya escribí hace años de la imparable escena que las Canarias atesora en forma de cantantes y songwriters, así que está de más repetirlo. Pero el espacio que el de Tacoronte se ha ganado a pulso en estos últimos años, es justicia mas que otra cosa. Cruz Cafuné salía de negro inmaculado a paso lento, mientras hacía uno de los temas a juicio de muchos fans mas infravalorados de su cosecha. “s3_07_theboondocks_dvdrip_mpeg” y después “Lila & Snitch” para abrir y acordarse en un detalle que le honró del equipo que había hecho posible todo lo que estaba pasando allí.

Con un cancionero que ya rebosa, se puede imaginar lo difícil que será hacer el set´list: la ejecución impecable de “Deporvidas”, “Sangre y fe” y “ un “Lo pues intentar”  que fue mundial,  reivindicó como siempre las islas, ha hecho mas por ellas el solo que todos los políticos de los últimos años juntos,  con los prefijos y el acordarse de hacerlo todo por la cultura ( y de La Pantera) mientras nos regalaba un “Mi Isla” magnifico, y cabalgó con ahínco y enjundia un listado que de haber tenido mas tiempo, hubiera sido con permiso de lo que venia después lo mejor del festival. La fiesta que sonó cuando anuncio “Coquito la Pieza”, la parte final con el confeti el humo y la alegría que contagiaba al publico que miraba sin perder detalle  que hacía en el escenario, “Muchoperro”, lo que impresionó “Mina el Hammani” o el dominio absoluto que parece tener de los ahora tan manidos ritmos latinos, convirtieron su comparecencia en imperdible.

 

Foto. Pedro Martín

No ve el problema el que suscribe con los shows de grandes arenas. Claro que se puede aceptar que van en piloto automático durante algunos momentos y que hay poco lugar para la improvisación o las huidas del férreo guión que los comanda, pero es casi imposible no salir feliz de haber podido ver y disfrutar algo tan espectacular. Y en mi modesta opinión eso vale para la Urbana y para cualquier otro estilo. Cuando el festival confirmó que Bad Gyal encabezaría el line up, no creo que nadie en su sano juicio esperara otra cosa que un pase gigantesco lleno de luz, pantallas y proyecciones, bailarines y, por encima de todo, el hacer y el sello personal de una artista que ocupa un lugar privilegiado por que, no hay otra explicación, es muy buena en lo suyo.

Los hitos de esta gira, llenar el Sant Jordi o el Wizink, la futura salida de su primer disco-que no mixtape, ojo- “La joia” o el discurso del Boombastic en otro ámbito por citar algunos, la colocan en el centro mismo de las artistas mas importantes del país y a tenor de lo que vimos, a eso voy, con todo merecimiento.  Fueron ochenta y cinco minutos de concierto milimetrados desde que empezó a sonar “Lean back” y siguió con “Blin blin” y “Slim think”, llenos de coreografías y poses perfectas medidas al detalle (trabajazo de Javi Berga y del resto del grupo de baile) conjuntadas con el omnipresente auto-tune es cierto, y no veo las objeciones por ningún lado, diseñadas para enfatizar el hecho de tener a una gran diva artística en el escenario por lo que no creo que tenga que rendir cuentas a nadie. La época del cigarro de la risa en escena como la primera vez que la vi, quedó atrás hace años.

Esto es otra cosa.

Es tarea imposible destacar algo en un lista de temas en el que prácticamente todos son grandes hits. Eva Sebastián en Mondo Sonoro hablaba de su concierto en el Sant Jordi de “como una fiesta para exigir vivir nuestro goce en su totalidad”. Es cierto, lo fue. Me refiero a una fiesta total. Y es que se hace difícil que no ocurra cuando tienes cosas como “Pussy”, “Su payita”, o “Hookah” en las que el personal se dejó las voces cantándolas. En la que tienes “Chulo”  o “Flow 2000” y desbarajas cualquier asomo de aburrimiento que pueda haber en el concierto, o en la que los certeros beats que Merca Bae (cuantas veces vi a Ale con Los Chicos de la Lluvia y que orgullo es que lleve una carrera imparable) le lanza con pongamos “Zorra” o “El sol me da”, te obligan a que no puedas apartar la vista de lo que está pasando enfrente tuyo, y en la que las caras de las primeras filas, repletas de padres y madres acompañando a sus hijos atención a esto, con la emoción de poder verla y cantar esos temas sirven de perfecto recordatorio.

Foto. Andrés Grande

La ultima parte con “La que no se mueva”, “Alocao” (igualita fue la comparecencia de Montes aquí anda que si) y la deseada, todo el mundo gritó el titulo al final, y esperada “Fiebre” selló un pase atómico lleno de grandes proyecciones, pasarelas con bailes constantes, cuidadísimas luces y un sonido casi perfecto  que oferta a quien, la parte mas importante, ha pagado su entrada, exactamente lo que había venido a ver. Me parto de risa cuando alguien me comenta lo del problema de la música actual, y cita shows como el que nos ocupa. No lo tiene. A lo mejor el problema es de quien habla, y no de lo que se hace ahora cuestiones de gustos personales aparte.

De eso hablaba antes con lo de los shows de arenas.

Todo lo demás a mi entender, es paja mojada.

No será necesario glosar aquí la necesidad de continuidad de un festival que, estoy seguro, no va a dejar de darnos alegrías en el futuro.

Ya lo verán.

Foto. Pedro Martín

 

Paco Jiménez
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