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Ricardo Rivero, Rector de la USAL: “El modelo online devalúa la Universidad” 

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Los últimos rayos de sol de la tarde tiñen de naranja la fachada de la Universidad de Salamanca. Son las 18h en el icónico Patio de Escuelas, hogar de los principales salones institucionales. Tras una larga jornada haciendo frente a los retos diarios que semejante puesto exige, Ricardo Rivero Ortega, Rector de la Universidad de Salamanca, nos recibe en el majestuoso Salón de Retratos del Rectorado, dispuesto a dar respuesta a cualquier pregunta.

Ricardo Rivero, Rector de la Universidad de Salamanca en el Salón de Retratos del Rectorado. Foto: Javier Barco

P: Para aquellos que no le conozcan, ¿quién es Ricardo Rivero Ortega?

Ricardo Rivero es un profesor de la Facultad de Derecho, Economía y otras facultades que viene a Salamanca en los años 80. Vivió en colegios mayores y posteriormente en pisos como tantos estudiantes, viviendo todas las experiencias universitarias. Descubrió su vocación por el mundo universitario desde que fue estudiante. Posteriormente, hizo una tesis doctoral y se preparó pruebas de distintos niveles en su carrera académica, además del puesto que actualmente ocupa. Pero sobre todo es un universitario, una persona normal y corriente amante de la Universidad.

P: Es tema de actualidad hablar sobre la pandemia: el año 2020 está marcado por una gran emergencia sanitaria que nos ha hecho pensar, reflexionar y adaptarnos a nuevos escenarios. Esto llevó a la USAL a tomar difíciles decisiones antes del verano, pero al comenzar el nuevo curso 2020/21 aparecen también nuevas medidas. La USAL, a diferencia de otras universidades, ha optado por seguir un modelo de presencialidad segura. ¿Cómo funciona este modelo y por qué ha triunfado en Salamanca, a diferencia de otras universidades?  

R: Cuando venía por la Calle La Rúa, tenía una llamada perdida de Luis Félix Valero, profesor de Salud Pública y Epidemiología, que ha sido el delegado COVID y ha llevado todo el sistema de vigilancia y rastreo de la USAL. Quise darle las gracias por su trabajo: él realiza un papel fundamental, pero ejemplifica a muchas personas de la comunidad universitaria que han hecho un trabajo gigantesco, colosal… porque todos esos voluntarios, tantos estudiantes, y yo mismo también, creemos que la Universidad de Salamanca pierde calidad y experiencia vital en un modelo puramente telemático. Es decir, las nuevas tecnologías complementan y ayudan, pero sacrifican todo lo que comporta el intercambio de conocimiento en el seno de la Universidad. No podíamos renunciar, sin intentar lograr, lo que al final se ha conseguido con tanto trabajo… y no podíamos aceptar que no se podía hacer nada. 

También conviene tener en cuenta que la solución rápida y sencilla de pasar por completo al modelo online ahorra un sinfín de trabajo… sí, hubiera sido mucho más cómodo optar por ese modelo, pero el modelo online devalúa la Universidad, bajo mi opinión. Sin embargo, considero que la mayoría de la comunidad universitaria sí creía que había que hacer un esfuerzo por mantener, con todos los acondicionamientos y con las debidas garantías de seguridad, el modelo presencial. Ha habido tantas personas que han trabajado tan bien en los centros: profesores, personal de administración y servicios, los representantes de estudiantes que han ayudado y contribuido decisivamente, nuestros expertos… En la Universidad tenemos capacidades. Somos una organización de gente que piensa y con muy buenos conocimientos. Y yo creo que eso había que intentarlo y, de momento, lo estamos consiguiendo.

P: La USAL ha hecho una gran campaña de publicidad al proyecto DIANCUSAL, puntero en España, por el cual ponía a la disposición de la comunidad universitaria la realización de tests serológicos y la entrega de resultados en un período de 1 semana. ¿Cómo surgió el proyecto?

R: Antes de nada, lo primero que hay que hacer, es agradecer a los voluntarios y a los investigadores que han colaborado en el proyecto. Les hemos enviado cartas de agradecimiento y también hemos firmado certificados para que puedan utilizarse a efectos curriculares. Les doy las gracias en nombre de toda la comunidad universitaria. 

DIANCUSAL fue un proyecto que lo ideamos entre todos. El curso pasado acordamos que no dejaríamos de trabajar para resolver el problema, o al menos, contribuir para atenuarlo. Y entre esos planes de trabajo surgió esa realización de tests serológicos masivos que fue pionero. Pero además, seguimos trabajando en otras muchas herramientas. Por ejemplo, vamos a empezar a desplegar medidores de CO2 por todas las aulas para controlar la ventilación en estos días tan fríos en Salamanca.  Es decir, en el momento en que hemos identificado una metodología (SiViUsal: Sistema de vigilancia epidemiológica COVID-19), una solución científica (DIANCUSAL), o una tecnología (medidores de CO2, termómetros, apps que se están utilizando, por ejemplo, en bibliotecas para reservar espacios…), que ayudaban a hacer las cosas mejor, las hemos puesto en práctica. Y como tenemos buenos tecnólogos, buenos científicos, buenos epidemiólogos y mucha gente dispuesta a colaborar, pues está funcionando.

P: ¿Ha finalizado ya el estudio? ¿Cuáles han sido sus resultados?

R: Anoche (22 de diciembre), he recibido el primer informe provisional con datos que indican la realización de más de 8.000 pruebas, además de los porcentajes de participación en los distintos campus para todas las franjas de personal universitario. Estos resultados provisionales yo los tengo ya, pero creo que es mejor que sean los investigadores quienes los expongan.

P: Se acercan las fechas navideñas y ya se está temiendo por la difícil situación que puede aparecer en relación a la COVID-19. ¿Tiene la USAL un plan preparado para tratar una posible vuelta a las clases online y confinamiento? 

R: Sí, vamos a mantener el modelo presencial. Si hemos logrado impartir en las aulas este sistema híbrido en los meses tan exigentes de otoño, pues creo que estamos en condiciones y que además, hemos adquirido una experiencia suficiente como para sostenerlo durante los primeros meses de 2021. Dependerá, y esto es importante y hasta ahora ha funcionado así, de la responsabilidad colectiva, ya que la inmensa mayoría de la comunidad universitaria está a la altura de las circunstancias y se ha comportado con mucha responsabilidad. Y en estos días de Navidades también lo hará, pues se ha generado una conciencia sobre la importancia de mantener la prevención, para proteger a la familia y por no pagar otro precio tan alto de salud y vidas justo en los últimos meses (porque parece que las vacunas van a ayudarnos a salir de este problema). Yo confío en que la situación no se agrave demasiado. Confío en todos.

P: A través de la plataforma de participación, hemos recibido varias entradas de usuarios que preguntan por el precio de la matrícula en un momento tan atípico como es este. Desde el Gobierno de España, se está mostrando una tendencia a bajar las tasas de matriculación. ¿Es un buen momento para la USAL hacer una reducción de tasas?

R: Yo llevo pidiendo la bajada de las tasas universitarias desde hace tres años, y se está produciendo de manera gradual. Cada vez que se rebajan me parece una gran decisión. Pero además de ese descenso, que tiene que ser progresivo y en clave de equidad (y que sigo y seguiré siempre defendiéndolo), si hay personas que se han visto afectadas en sus entornos familiares o profesionales de referencia con sus niveles de ingresos, todas las instituciones, incluyendo la Universidad (que lo está haciendo), tenemos que arbitrar los fondos para financiar los estudios. Nadie debe dejar de estudiar por un problema económico en este contexto. Y la Universidad ha desplegado un fondo importante de ayudas en este sentido.

Es decir, el acceso a la educación superior, y esta es la clave de la Universidad pública, no debe estar condicionado por las circunstancias socioeconómicas de las personas. Y esto es lo que nos diferencia de otras ofertas formativas. Pero además, la circunstancia especial de este año es que hay estudiantes que pertenecen a familias que no alcanzaban los umbrales de renta, pero que de manera sobrevenida sí se han visto en esa situación. Yo pedí inmediatamente a la Junta de Castilla y León y al Ministerio que reaccionaran ante esos casos. Es decir, que no se calcularan las becas o las cuestiones de matrícula en relación a los niveles de renta previos (que se podían haber visto muy seriamente afectados por los ERTE, los cierres de negocios, etc). Por lo que sí, estoy de acuerdo con una bajada de tasas y con mucho más en realidad: con la equidad.

P: Dada la tremenda repercusión socioeconómica de las enfermedades neurodegenerativas en este siglo XXI y conociendo, por prensa, las dificultades intermitentes que tiene el Biobanco de cerebros del INCYL, ¿Cree que tiene suficiente apoyo institucional este biobanco por parte de la USAL?

R: El año pasado estuve en el INCYL y me explicaron el problema del Biobanco, que trasladé a las instituciones. Creo que es un activo de investigación fundamental y que tiene que reforzarse. Hasta ahora el INCYL (Instituto de Neurociencias de Castilla y León) contaba también con otros apoyos institucionales y sí tenemos que reforzar algo para garantizar su permanencia y mejor aprovechamiento. Tanto el director del INCYL, como los responsables del Biobanco, saben que me tienen a su disposición. Esa línea de investigación en neurociencias es, además de una fortaleza de la Universidad de Salamanca, una necesidad social.

Ricardo Rivero, Rector de la Universidad de Salamanca: «Queda mucho trabajo por hacer en materia de transformación digital». Foto: Javier Barco

P: Los expertos estiman que la pandemia ha acelerado unos seis años la digitalización de la sociedad. Antes de la pandemia, existían algunos trámites que alumnos de la USAL han comunicado a este medio en los que el sistema fallaba o no funcionaba correctamente. En el marco de una de las Universidades más importantes de España, ¿qué pasos se han dado en los últimos meses para digitalizar trámites, matrículas, pagos…? 

R: Son muchos los procedimientos que se han situado en la sede electrónica y que se pueden gestionar telemáticamente. El ejemplo más lúcido de la transformación digital de la Universidad es el proyecto de automatrícula, que benefició sobre todo a los estudiantes de nuevo ingreso de este curso académico. Toda la matrícula (incluyendo nuevo ingreso, que esto sólo se hizo por primera vez en el último período, y no por motivo de la pandemia) fue no presencial. Si hubiéramos tenido que traer, justo al terminar el proceso de desescalada en verano, a miles de estudiantes para matricularse, hubiera sido un completo desastre.

P: ¿Tiene la USAL alguna meta concreta en materia de transformación digital?

R: La transición digital de la USAL durante el confinamiento han sido las videollamadas, las clases síncronas, asíncronas, las aulas híbridas, la formación de docentes que nunca habían dado una videoconferencia… Aún así, queda mucho trabajo por hacer. Estamos trabajando en una herramienta de gestión de la investigación que va a servir para que los investigadores no tengan que cumplimentar tantas veces su currículum en tantos formatos diversos. En este proyecto está trabajando el Vicerrectorado de Investigación. También es una herramienta que permite que desde el momento en que el investigador publica algo y está en una base de datos, aparezca esa contribución y su impacto científico en citas, bases de datos que toman como referencia tanto la comunidad científica como los evaluadores internacionales, etc. Entonces estamos intentando descargar de tareas a los investigadores. La pandemia nos ha hecho pensar en posibles aplicaciones que ya estamos ensayando. Por ejemplo, una en la biblioteca de Abraham Zacut que ha resuelto un problema de gestión de espacio y recursos en la Universidad. La transformación digital es un proceso continuo que no tiene fin, es una mejora constante de utilización y aprovechamiento de las nuevas tecnologías. No quisimos imponer una app de rastreo en la Universidad (aunque había voces que la pedían) ya que pensábamos que sería demasiado invasiva. 

P: Todos los años, tras la finalización del curso escolar, los alumnos que finalizan en 2º de bachillerato se enfrentan a la EBAU. ¿Qué opina de que exista distrito único y sin embargo 17 selectividades? ¿Cree que perjudica este hecho a los salmantinos?

R: Yo soy partidario de una única prueba a nivel nacional por un concepto de igualdad de oportunidades. Es necesario que la enseñanza de la educación pública superior tenga que hacerse con un criterio de igualdad de oportunidades con un nivel de exigencias igual y con una mayor coordinación en la EBAU. Esto es más razonable ya que así no hay una tendencia de rebajar los niveles y como consecuencia, las competencias inadecuadas entre los distintos sistemas educativos. Defiendo la idea de unificación a una prueba única, lo que pasa es que esta decisión conlleva un esfuerzo muy grande. En ocasiones es más fácil dejar las cosas como están y que se siga desarrollando todo sin cambiar nada, aunque haya polémicas recurrentes. Con respecto a la pregunta de cómo afecta esto a nuestro entorno, hemos de destacar que la educación en esta tierra es de muy buen nivel. Es el resultado de todo un entorno social en el que se valora el nivel educativo y eso, en mi opinión, debería ser premiado a nivel nacional.

Ricardo Rivero responde a las preguntas de Mario Rodríguez, Jorge Vicente, y Andrés Grande (izquierda a derecha). Foto: Javier Barco.

P: Usted además de desempeñar su trabajo como Rector es docente y también pertenece a un grupo de investigación. Como investigador, ¿qué opina sobre la precariedad de los contratos en la ciencia?

R: Creo que deberían multiplicarse las oportunidades de contratación con plazos medidos en años. Los proyectos de investigación serios que aportan de verdad requieren mucho tiempo. Es verdad que vivimos en una sociedad donde todo es fugaz, pero el trabajo de un investigador requiere de un tiempo razonable para ofrecer un buen resultado. La Universidad está desarrollando buenos números en contratos predoctorales y doctorales creciendo exponencialmente, destacando que la Universidad tiene un presupuesto muy comedido comparado con otras instituciones.  

P: Saltó a la fama en toda España, allá por los meses de confinamiento, por un vídeo haciendo flexiones en el que anima a los alumnos de la USAL a quedarse en casa y a mantenerse en forma… ¿Cómo surge esta iniciativa?

R: (Risas) Yo no lo subí. Fue un error. Se trataba de una prueba que estábamos haciendo para el servicio de deportes y a alguien se le escapó el vídeo por equivocación… Para mí el deporte es fundamental. Me levanto a las 5 y corro a las 6 de la mañana una hora, cuatro días a la semana. No lo hago por gusto, sino por necesidad. Cuando nos encierran yo necesito mantener esta rutina en pocos metros cuadrados… es difícil de hacer pero bueno, ya digo que fue un error de circulación. No tiene más importancia. 

P: ¿Por qué brinda para el 2021 y cómo va a pasar la Navidad?

R: Brindo por la salud y por un año 2021 relativamente normal. Voy a pasar las fiestas con muy pocas personas: dos, concretamente. Me acompañará un ordenador con una videoconferencia con la familia. En estas navidades, debido a que no se puede viajar, trabajaré y me pondré al día con algunos de los libros que tengo aún pendientes.

Apuramos las últimas notas, se disparan las últimas fotografías, y cerramos nuestros archivadores. Las preguntas de esta entrevista han sido en su mayor parte, participativas. El peso de la comunidad universitaria ha estado muy presente en el set de la entrevista. Abandonamos la sala y Daniel Gonzalo, Jefe de Gabinete del Rector, nos muestra los entresijos del Rectorado de camino a la salida.

Entrevista: Mario Rodríguez (sección de ciencia), Andrés Grande y Jorge Vicente (dirección de VDOL).

Fotografía: Javier Barco. 

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