La música y las tradiciones navideñas se dan cita mañana (jueves 19 diciembre) en Salamanca con “El Pujo”, un evento organizado por la Escuela Municipal de Música y Danza que promete llenar de ambiente festivo las calles de la ciudad. Profesores y alumnos de gaita y tamboril liderarán este pasacalles que no solo es un espectáculo musical, sino también un homenaje a las raíces culturales de la provincia charra.
A partir de las 19:15 horas, la emblemática Plaza Mayor será el punto de partida de un recorrido que transportará a los salmantinos a tiempos pasados, emulando las costumbres de los mozos y mozas que recorrían las calles en estas fechas navideñas al son de instrumentos tradicionales como la zambomba, castañuelas y tamboriles. El recorrido pasará por la plaza del Corrillo, la calle de la Rúa y finalizará en la Plaza de Anaya con una emotiva interpretación de villancicos populares de la provincia.
Entre las melodías que sonarán destacan temas como «Los charafallos», «La serrana de la Sierra», «El niño Manuel» y «Ya viene la vieja», piezas que forman parte del rico patrimonio musical navideño de Salamanca.
El significado de “El Pujo” y su conexión con la cultura charra
La palabra “pujo” proviene del latín pulsus, que significa «golpe», «pulso» o «impulso». En el ámbito musical, este término se asocia con el acto de presionar o golpear para producir sonido, especialmente en instrumentos tradicionales como la zambomba. Sin embargo, en Salamanca, «El Pujo» tiene un significado más profundo y nostálgico, vinculado a la tradición navideña de visitar hogares cantando villancicos con la esperanza de recibir aguinaldos en forma de alimentos o bebidas típicas.
En conversación con Bernardo Pérez, profesor de la Escuela Municipal de Música y Danza, y especialista en gaita y tamboril, ampliamos esta conexión entre la palabra “pujo” y la cultura charra. Nos explicó que, en algunas zonas, la palabra se asocia a la sonoridad del instrumento, comparándola con sonidos intestinales o estomacales, como aparece referenciado en ciertos villancicos tradicionales. Además, el propio instrumento está íntimamente ligado a la tradición de la matanza, ya que la zambomba se elaboraba a partir de la vejiga de cerdo y las pieles de otros animales como ovejas o cabras, creando un vínculo especial con los niños de la casa.
“Por lo menos en mi casa y en muchas otras, la zambomba se hacía el día de la matanza, aprovechando las vejigas de los cerdos y las pieles de otros animales para los niños, creando así un vínculo con la tradición. También me fascina ver cómo se le ha atribuido esa parte más escatológica por la sonoridad”, comentó Pérez.
Por último, Bernardo destacó un matiz único de Salamanca: en esta región, la palabra “pujo” no solo tiene connotaciones musicales e instrumentales, sino que se refiere específicamente al acto de llamar a las puertas cantando villancicos para recibir viandas como chorizos, morcillas o vino, un gesto que simboliza el espíritu de fraternidad y la celebración comunitaria de la Navidad.
La importancia de las tradiciones en el mundo contemporáneo
En un mundo cada vez más globalizado, mantener vivas las tradiciones locales es esencial para preservar la identidad cultural de los pueblos. Eventos como “El Pujo” no solo fomentan el conocimiento y la difusión del folklore, sino que también sirven como puente entre generaciones, permitiendo a los más jóvenes conocer y valorar el legado de sus antepasados.
La música y las costumbres tradicionales como las de “El Pujo” son herramientas poderosas para conectar a las personas con sus raíces. Además, estos actos tienen un valor educativo, ya que los alumnos de la Escuela de Música y Danza no solo perfeccionan su técnica musical, sino que también aprenden sobre la historia y el significado cultural de las piezas que interpretan.
Por otra parte, tradiciones como esta son una gran oportunidad para potenciar el turismo cultural en Salamanca, una ciudad que ya de por sí es un referente en historia y patrimonio. La celebración de eventos como “El Pujo” en espacios emblemáticos como la Plaza Mayor o la Plaza de Anaya añade un atractivo más para los visitantes, que pueden disfrutar de una experiencia única y auténtica.
Un legado que perdura
Con más de una veintena de alumnos y profesor implicado, la Escuela Municipal de Música de Santa Cecilia demuestra, una vez más, su compromiso con la promoción del arte y la cultura local. Este año, “El Pujo” no solo busca entretener, sino también sensibilizar a la ciudadanía sobre la riqueza de las tradiciones charras y la necesidad de mantenerlas vivas para futuras generaciones.
Así, mientras los sonidos de gaitas y tamboriles llenen las calles de Salamanca, la ciudad no solo estará celebrando la Navidad, sino también su historia y su identidad. “El Pujo” es más que un pasacalles; es una conexión con el pasado y un paso firme hacia un futuro donde las tradiciones sigan ocupando un lugar especial en nuestras vidas.
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