¿La de trabajar os la sabéis?, preguntan desde el escenario. Y entonces un riff híper afilado suena mordiente para parar unos segundos después, ah que truco amigos, y mutar al volver a empezar en una base rápida casi HXC que nos recuerda quien está ahí arriba. Podría la traslación de “Trabajar? una Mierda” ser perfectamente la radiografía de un pase tan brutal y adictivo como el que se pulieron los de Villarobledo ante un afortunadamente lleno Camelot, al que pusieron a bailar y cantar –de esto es de lo que se trataba a mi entender- desde que salieron al ritmo del inconmensurable “Manual del Mangurrian” su ultimo disco, con la energía con la que “Puteros” nos daba la bienvenida. Formando parte, y muy importante, del nuevo y ultimo neo-bakalao que esgrimen formaciones como VVV (Trippin´you) o Plasaporros refrescando los postulados del sonido electrónico de los 90´s, y adaptándolos a los tiempos actuales a base, sobre todo en el caso que nos ocupa o en el de La Elite, de toneladas de actitud Punk y el uso de auto-tune hasta que sangre, la propuesta es tan atractiva como sorprendente el hecho de que haya calado en tanto personal por que, a eso voy, no hay lugar para ritmos ni letras facilonas. Llegados en formato trio Rodol Arturo y Patri, Carlos no pudo estar por motivos personales, nos abrasaron con bases y ritmos ruidosos mas que de sobra como si estuviéramos en una rave clandestina en su pueblo, la esencia, y no creo que nadie que pagara su entrada se sintiera defraudado de lo que vio por que, no se engañen, era a lo que habíamos ido. Alternándose el protagonismo, se dieron espacio de sobra repartiéndoselo en un ramillete de temas (“Finde” “Bacines” y “Nótese Recordar” del ultimo se alternaron en la primera parte, con unas inmensas paradas en “Pa Follar” y el must que es “Hoy Estoy Feliz”) llenos de letras cargadas de sustrato social, “Los Ricos también Lloran”, y ganas de hacer una fiesta llena de momentos de hacer el mal, “Vandalizar y Beber”, juntándolo todo en, repito, una rave tan gigantesca como la sala podía acoger. Sumen a eso las acertadas piruetas del sistema lumínico, que trabajazo hizo el técnico de luces Miguel, y el segundo acto del bolo desde que sonó la esperada “Albacete Rural Crew” y se juntaron una tras otra la artillería pesada (“Gamberros”, “Putos Vecinos”, “Action Man”…) y el momento inolvidable de ver “Jota a la Rata” para cerrar, y tendrán un pase tan fulgurante (hora y poco y para casa, pero es que no hace falta mas, como vengo diciendo desde hace meses) como adrenalitico, lleno hasta los topes de electrónica bakalaera, guitarras punzantes y voces en filtro irresistibles.
Cuando finalizan alguien a mi lado dice que se la suda si mañana se acaba todo.
Y a mi.
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