Se antojaban las dos noches que acartelaba el Negrita para el que suscribe, mucho mas que el pase de un montón de artistas por el gigantesco escenario del festival. Eran sobre todo el termómetro para ver como está un estilo tan denostado (¿…?) como seguido, le pese a quien le pese, y que ha hecho que géneros tradicionalmente en el underground como el Rap, se conviertan en fenómenos de masas mastodónticos copando las listas de escuchas, visualizaciones o, a eso voy, el despacho de entradas para los directos. Son estos si ninguna duda los mejores años de la historia para lo que un servidor ha llamado el paraguas de la Urbana y todo lo que acoge debajo, y esas dos noches del, deberíamos ya reivindicarlo como clásico, Negrita Music Festival y su casi irreal cartel, el escaparate perfecto para pulsarlo.
Y eso a pesar de que hablar de Música Urbana parece que pueda ser una entelequia. En septiembre de 2019 salía a la venta la primera edición del magnifico “El Trap. Filosofía Milennial para la crisis en España” de Ernesto Castro en el que el autor, doctor en filosofía y profesor, hablaba ampliamente argumentándolo del, según su opinión, eufemismo que es hablar de artistas urbanos para referirse a un serie de vocalistas y beatmakers patrios. Contextualizarlo así es injusto, es cierto, pero no deja de llamar la atención que el autor poniéndolo de ejemplo huya del termino como mucha gente en los aledaños del periodismo, sobre todo musical pero de todo tipo, o que ello conlleve que cantidad de personas deliberadamente les den la espalda a una serie de artistas que están, reconozcámoslo, sobre todo aupados por la gente mas joven, y que al formar parte de esa escena, ni tan siquiera existan ya en sus idearios.
Y conste que no se trata de pongamos canonizarlos, simplemente me refiero a, como he escrito en otras ocasiones, no menospreciarlos por que, como en todas las escenas (el Indie, el Rock, el Metal o el Punk por citar algunas) y esto es la clave, hay cosas mejores, cosas peores, y cosas directamente prescindibles.
De aquellos barros estos lodos, y permítanme que empiece barriendo para casa.
Un servidor en su infinita estupidez no acierta a comprender como es posible que uno de las festivales mas grandes de la ciudad , y uno de los mas importantes ya de paso, no sea merecedor de la cobertura de prensa que debería congregar mas allá de, benditos sean, los habituales. Que un evento que ha reunido a, atención a esto, casi veinte mil pax en dos noches y por el que han pasado algunos de los nombres mas importantes del estilo, Lía Kali va al Hormiguero me dice alguien que no tiene nada que ver con la escena en la calle el sábado por la mañana, no goce del favor de ni tan siquiera unas líneas, ni les cuento ya de desplazar a alguien, de los medios serios (o lo que sean), no deja de llamar la atención y doler, por que en entre otras cosas es incomprensible. No es extraño que en la música carreras enteras se cimenten a sus espaldas, y que luego el tan usado subirse al carro sea lo que impere.
Cada vez que voy al Espacio MAS me maravillo de lo que se ha logrado tener en la ciudad con ese recinto. En la apuesta de este año del festival, aumentarlo un día me refiero con lo que eso conlleva al duplicar todo, ha vuelto a resultar fundamental. Me reafirmo en lo que escribí hace unos meses de que con esas medidas es cómodo, y para la cantidad de gente que estamos hablando con todo, baños restauración, merchan etc. cerca, algo básico teniendo en cuenta la importancia de esto cuando vas a pasar tantas horas allí. El gigantesco montaje de esta edición, desde cámaras en tirolinas a nuevo graderío por citar algunas cosas, ha desplegado musculo y hechuras de grande con un sonido espectacular, y eso a pesar de tener que pelear con un invitado, el tiempo claro, que hasta ultima hora hizo mirar con desconfianza y recelo desde los días previos. Afortunadamente la lluvia solo apareció en los últimos momentos del festival, luego les hablaré de ella y Rels B, pero fue tímidamente y a ratos, y aun así todo el recinto funcionó a velocidad de crucero mas allá de los inconvenientes de juntar a miles de pax a la vez.
Cuando se anunció el line-up de esta edición aparte de lo obvio con los cabezas, al que suscribe le atrapó la apuesta infinita que se había hecho por un montón de artistas emergentes que en teoría deberían poder copar esas mismas primeras líneas de nombres en los años venideros. El problema por supuesto, luego se vio, es que los de arriba no van a a ceder ni un ápice del sitio. El paso el viernes de la cada vez mas grande Lia Kali de Aida Redru y de La Zowi cada una en lo suyo, sumado a la llegada el sábado del caleño Esteban Rojas de Lucho RK y de J Abecia apuntalaron un cartel, otra cosa fue el resultado artístico con altibajos y peleas heroicas contra cierta indiferencia inherente a las nombres que abren los festivales, que luego a modo de unión con la parte final hicieron de Recycled J y Soge Culebra el pegamento de todo el lio con el añadido del excelente trabajo de los DJ´s en los cambios y al finalizar las actuaciones.
A base de verle durante años, desde las salas pequeñas hasta el estatus que goza en la actualidad, se puede escribir un océano de tinta sobre Jorge Escorial pero a mi modesto entender lo mas importante es su capacidad de auto invención con cada disco que saca. Llegaba con el ultimo “Casanova Deluxe” de la mano y en su tiempo arriba se vio el cambio de ser el cantante del dolor (no hizo “Dos Tazas” estaba claro) a ser el del amor. Eché de menos a Selecta atrás, pero el hombre se enrocó en un pase festivo lleno de canciones tamizadas en, esto es lo mas importante en mi opinión, Pop fresco y bailongo (la traslación de Bambino” podría valer perfectamente) sentidas y trabajadas en la actual senda que sigue, y que parece encantar tanto a los viejos como a los nuevos fans.
Hay en un punto de inflexión en la carrera de Soge Culebra desde la salida de “Storm”. El artista de antes de ese álbum, “pesaba 120 kilos y me sentía súper mal” declaraba a El Mundo en febrero de este año, dejó paso a canciones mas melódicas contando con la excelente producción de Garabatto. Acompañado en el escenario por Jim Morrisound en los controles se pulió una comparecencia de menos, arrancó con problemas arriba, a mas. Usó el consabido autotune gran parte de la noche pero cuando lo dejó a un lado en las mas viejas, nadie se acordó de filtros de voz. Esa es la grandeza de esas canciones y de el: funciona perfectamente a las dos velocidades y lo sabe, y así puso la olla a bailar a medida que el bolo avanzaba.
Si por algo debe ser recordado el festival artísticamente es por cumplirse el guión a rajatabla. Los grandes no lo son por que si. Cuando el viernes arrancó el concierto de Hard GZ y a la primera canción el hombre ya estaba abajo entre la gente, se refrendó el inmenso trabajo que viene desarrollando desde la salida de “Lacosta” uno de los mejores albunes de los últimos tiempos del estilo. Fue una fiesta de principio a fin, “Dime Cuanto” “Rolas” la preciosa “Marinera”, de un artista en absoluto estado de gracia y lo mas importante es que no fue flor de un día. Le habíamos visto en Camelot este año y fue exactamente otro must igual, dando por resultado uno de los conciertos mas importantes del festival, lo cual ya se esperaba.
La salida luego de Natos y Waor fue un pase macizo y brutal, y además dio respuesta a la pregunta que flotaba en el ambiente desde que arrancara el festival (me refiero a ¿se juntarían Los Hijos de la Ruina estando Recycled J allí?). Artífices del actual tirón del estilo como pocos, con material nuevo además en forma del último “Mal de Amores”, y con la mejor compañía atrás con Saik cubriéndoles como siempre la espalda, se aplicaron con enjundia, la tercera fue “Generación Perdida” es cierto pero no desmerecieron “Mal de Amores” o “Malo”, con un show de grandes arenas similar al que trajeron hace unos meses al Multiusos (las dos pantallas gigantes rectangulares además de la central, y el espectacular juego de luces), en un set-list para recordar. Hicieron ya con el hombre en distintos momentos de colabo a lo largo de la noche “Hijos de la Ruina”, “Sudores Fríos” y mas, pero curiosamente no salió para un “Mas Alcohol” que se oyó en kilómetros. La espectacularidad de “Piratas “y la preciosa “Caminaré” (alguien a mi lado me dice que apunte, ¿…?, que traigan a Maka) junto con “Gato de Callejón” y “Bicho Raro” les podría dar una pequeña idea de lo vivido allí.
Es digno de estudio el sitio que JC Reyes ha ganado cuando irrumpió en plena pandemia con “34 Amor y Mafia”. Desde que se anunció que el rapero sevillano encabezaría junto con Rels B la segunda noche del festival tenia el que suscribe mucha curiosidad por ver la traslación de los temas de “Los Green Lanters” y de “Vicios” al directo. Acompañado de un grupo de bailarinas con el que interactuó todo el concierto hizo lógica su inclusión a tenor de lo que vimos, fueron mundiales las canciones que ha ido sacando este año “Malianteo” Fardos”, pero también el material con mas tiempo como una inmensa “Brigantes” o las espectaculares “Coronamos” o “Dejavu”. Con un set cerrado, una hora y para casa sin consentir ningún tipo de bis, dio un pase apabullante sin tonterías presidido por el omnipresente color verde, en el que fue al lio desde que salió (“tenemos poco tiempo, dijo”) poniendo a cantar y a bailar el recinto, y justificó de sobra el slot que tenia.
El 6 de mayo del año pasado Rels B (Daniel Heredia Mallorca 1993) metió 65000 pax en el Foro Sol de México y hace un mes cuando salía su nuevo disco, el estupendo “a new star (1993)” llegaba al numero uno del top global de mejores estrenos de discos antes de marcharse a Nueva York donde ya tiene todo el papel agotado para los shows de finales de este mes . Son solo datos al azar es cierto, pero da una idea de la magnitud del crecimiento del rapero mallorquín en los últimos años. Justo unos momentos antes de que el hombre saliera al escenario, comenzó una fina lluvia que después tornó intermitente, pero a pesar de eso nadie se movió ni un milímetro para no perderse lo que estaba a punto de llegar.
Acompañado de una banda corta pero magnifica, Omar Alcaide el guitarrista multi instrumentista destaca por encima de todos pero también el omnipresente desde que empezó Itchy o Nely la corista, y una escenografía sobria y mimada, contagió alegría y buen feeling desde que salió con un listado de canciones de ensueño para cualquiera que siga y ame sus canciones, “Pa Quererte” “Un Rodeo” el guiño los fans mas longevos con el amago de “ Dime Cuantas Veces” o “Lejos de Ti” la magnifica “Como Dormiste” o el tema con Eladio Carrión “Me Gustas Natural”, y nos hizo ansiar ya el verano con “Un Verano en Mallorca”. La traslación preciosa de “Shorty que te vaya BN” con Alcaide al piano fue pura emoción demostrando lo bien que está de voz, y ese axioma de U.S.A. que dice que si no sales en Los Simpson no eres nadie trasladado a la Urbana aquí sería si no grabas con Dellafuente una colabo, el lo llevó al escenario con “Buenos Genes”.
Mereció la pena la mojada sin duda por ver algo así, pero hubiera sido un detalle que además de excusarse por no poder usar todo el poderío de la escenografía por la lluvia, hubiera alargado un poco mas, fueron 60 minutos demasiado escasos amigos, su tiempo para toda la gente que estaba allí y lo pidió con ganas.
Como siempre nada de inventarios por mi parte. Ha sido una edición para el recuerdo llenísima de momentos brillantes. y eso es mas que suficiente para el que suscribe. Ojalá se torne de obligada continuidad todos los años.
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