cultura

LA HABITACIÓN ROJA | Camelot, Salamanca

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Treinta años y catorce discos después, la pregunta de si todavía tienen algo que decir se antoja estéril, a la luz de la salida hace unos meses de “Crear”, probablemente uno de los albunes mas solidos que han facturado en los últimos años. Y con el de la mano no inquieta al que suscribe que no consiguieran llenar, sino que la media de edad del personal fuera, con honrosas excepciones, tan alta. Indiscutible, totalmente de acuerdo, que programar en domingo es muy complicado, tuvieron que cambiar la fecha fijada al sábado, por ajustes de la gira, pero la duda de si hubiera cambiado algo se presenta inamovible. 

 

A eso hubo que sumarle el desvanecimiento de Marc Greenwood antes del bolo, en plena prueba, que hizo que la cosa se presentara muy cuesta arriba –con la espada de la suspensión colgando encima- con el bajista camino del hospital justo cuando la banda en un gesto que les honra arrancaba tras anunciarlo- y que suscitó una de las frases de la noche a cargo de Pau Roca cuando dijo que muy pocos grupos de hoy en día, podrían hacerlo, al tirar para adelante del concierto. Una certeza como una catedral de grande nos pese o no.

 

Cuando por fin abren el que suscribe recuerda una frase de no se quien en un concierto, “que no cunda el pánico con los temas nuevos”, por que era la traslación exacta de lo que estaba pasando, cumpliendo el guion a rajatabla. Y es una pena por que escuchar como suenan el material mas reciente de la banda en directo es un lujo, desde que abren con la preciosa cadencia de “Crear siempre es mejor” y el buen hacer de “Como la primera vez” con David Lynch acompañándoles en las proyecciones (que cuidadas estuvieron toda la noche pero las imágenes de Bogart y Bacall en “El día internacional” se llevaron el premio gordo) y con la voz de Marti en perfecto estado, “Los seres queridos”, pero no calaron abajo lo suficiente en un extraño guardar las distancias con esas canciones.

 

Llenos de emotividad y de cierta épica, por supuesto que “Patria” ayudó, en las traslaciones de los temas, la batería de José Marco, los teclados de Endika Martín y la guitarra de Pau Roca, además de Jorge Marti hicieron que fluyera un listado de canciones muy bien, que duda cabe, elegido, con paradas esperadas, “Indestructibles” fue una fiesta y “Van a por nosotros” y Scandinavia” nos obligan a cantar a pulmón a todos con Martín ocupándose del bajo, y necesarias – que bien ver “Voy a hacerte recordar” o “Mi habitación”- o el final apoteósico con un “Ayer”, con Roca ocupándose del bajo y Martín (este tío es un titán, por que lo hizo genial toda la noche) la guitarra, para recordar, pero, me reafirmo, ojalá ese entusiasmo  hubiera acompañado toda la noche con los temas mas nuevos.

 

Treinta si. 

Pero no son nada que verlos en el escenario no solucione. 

Paco Jiménez
El Rock n Roll es más grande que la vida

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