Que yo recuerde he podido ser contemporáneo de la carrera de Kike M (Enrique Martin, Salamanca 1991) desde que casi arrancó con aquella seminal irrupción en la forma del grupúsculo Punk que fue La Kerella. Su notable paso por BNDR y aquellos discos que lo siguieron, a los que en opinión del que suscribe nunca se le hizo suficiente justicia mas allá de algunos conciertos imprescindibles –ya se que barro para casa pero no miento ni exagero si cito aquí el del festival de mi casa y la gloriosa noche del Liceo- salpicado entre medias de canciones y conciertos si, pero también de inexplicables y alargados silencios que la banda nunca mereció. Empaquetado todo eso en el haber de su historia personal como artista, la nueva etapa que comenzó entonces ya en solitario, ha sido muy interesante de seguir como no podía ser menos en un músico que ha demostrado con creces que quiere ejercer como tal. En unos días afronta el probablemente concierto mas importante de su carrera en el C.A.E.M. de Salamanca para presentar su ultima colección de canciones en la forma de un disco, “Cantares de Arcilla” que ha producido el Ex Platero y ex Extremoduro Iñaki Uoho Antón, que admite muchas y variadas lecturas, y en el que le acompañará la Joven Orquesta Ciudad de Salamanca con la dirección y los arreglos de su antiguo profesor de música Pablo Cabero además del Coro Meraki de la Escuela Sirinx y la poetisa y cantante Sandra Zamora Zarzamora. Zarzamora – cantora. Charlo con el de todo ello…
P: Hay innegablemente un punto de cierta heroicidad en seguir sacando discos completos, en los tiempos del 2.0 centrados en la entrega de canciones constantemente, para que quien lo saque pueda estar en el candelero, en realidad es en las redes, sin faltar un día con un single, un video o lo que sea.
La necesidad y la ansiedad de no perder el tren de la inmediatez que a lo mejor no es malo, pero si limita y obliga a no faltar…
En esta era estar a la cabeza de un proyecto musical requiere de un trabajo distinto al de nuestros predecesores. Ya no es suficiente con componer buenas canciones, juntarte con profesionales o invertir en grabar en un estudio de calidad. La exigencia (no sé si por parte de la sociedad o de los arquitectos de algoritmos) de generar un gran volumen de contenido es a veces frustrante y está empezando a provocar que artistas talentosos lo dejen. Cambiaron las formas de consumir música grabada, aumentó el número de gente que quiere dedicarse a esto y parece que también está cambiando la cultura de lo presencial. Así que sí, quizá yo me haya amarrado a la antigua idea romántica de que es más placentero escuchar un disco que una playlist.
P: Cuando tuviste las canciones terminadas y decidiste meterte al estudio, ¿la opción de que Uoho llevara las riendas de la producción la tuviste clara desde el primer momento?. Venias de trabajar con Ángel Cáceres en “Antipersonal” que hizo una producción muy digna para aquel álbum. Imagino que la forma de grabar de Antón es totalmente diferente…
Mi primera idea fue una producción conjunta entre Ángel Cáceres e Iñaki Antón. Estuve tan cómodo con Ángel grabando el primer disco que le invité a que tomase un papel principal a la hora de construir los temas con la banda para después seguir trabajando con Iñaki en una segunda etapa más de estudio y menos de local. Por suerte o desgracia Ángel fue muy sincero conmigo y me dijo que en ese momento no podía asumir esa responsabilidad por falta de tiempo y asumí yo ese papel como en el primer disco. Iñaki bajó a Madrid a ver cómo sonábamos en un ensayo general donde nos dio algunas pautas importantes y ya después estuvo a los mandos en el resto del proceso. Trabajar con Iñaki ha sido un sueño cumplido y una lección de vida.
P: Me llamó la atención una cosa que comentaba Javier Pérez en su critica del álbum para el portal de Mariskal, cuando hablaba de que el disco va “…recogiendo vicisitudes, recargando melodías y encontrando su camino”. No entiendo muy bien que quiere decir con la primera parte, pero es cierto que el disco en cuanto a sonoridades e instrumentación sigue una senda propia y personal muy marcada, que se ha convertido ya en marca de la casa. Se dejaba ver en los anteriores, pero es clarísimo en este…
Hay algunos guiños en cuanto a estructura con el anterior disco. No he arriesgado tampoco en cuanto a instrumentación porque me siento muy cómodo vistiendo los temas con este traje. Con perspectiva creo que nos ha quedado un disco más guitarrero y con un sonido en el que los diferentes arreglos empastan más entre sí que en “Antipersonal”. Lo que hago desde siempre ha sido muy melódico, creo que eso me viene de serie.
P: Hay una amalgama de sonidos muy curiosa en el álbum. Y de acuerdo que sobrevuela el hecho del Singer/Songwriter por encima que manda, pero también las capas mas soft guitarreras o mas indies, junto con el obvio pose del Folk en varias de sus acepciones –mas tradicional o mas al estilo de Mumford & Sons que a mi se me han convocado a lo largo de varios pasajes- y el consabido sello, que no se si te gusta que te apliquen, de cantautor…
Estoy aprendiendo que etiquetar es abrir una puerta al público nuevo y a la vez cerrar otra. Por desgracia el concepto que tenemos en este país de la canción de autor está cargado de unas connotaciones que son rechazo para unos y bastión para otros. Yo escribo canciones que puedo defender en solitario y a las que le puedes sumar pedales de distorsión, violines o pasarlas por el autotune pero que creo que se sostienen solas interpretándolas a guitarra y voz. Quizá tengamos que inventarnos nuevas formas de llamar a esto (que en mi opinión atraviesa y sobrepasa los géneros musicales) para que sea atractivo para el gran público.
P: La banda que te acompaña es capital para llevar el álbum a los directos. Hay cambios en el mark con la entrada de savia nueva…
Hubo cambios en la formación justo en el momento en el que invité a Ángel Cáceres a esa primera pre-producción que nunca se llevó a cabo. Iñaki al principio opinaba que Ángel debía grabar los bajos del nuevo disco. Todo esto sumado a factores personales hizo que Isaac González, que me acompañó desde el principio (primero como guitarrista), decidiera abandonar esta etapa. Así que el proyecto se quedó huérfano de bajista pocos meses antes de la grabación del álbum. En ese momento confié completamente en mi guitarrista: José Bueno, quien nos presentó a Andrés Cemillán que además de ilusión y trabajo trajo conocimiento a nivel armónico y un groove increíble que creo que se palpa en el sonido del disco.
P: Lo que va a ocurrir el próximo 15 de diciembre en el CAEM es histórico para tu carrera. La presentación del álbum con la Joven Orquesta Ciudad de Salamanca con los arreglos y la dirección de tu viejo profesor Pablo Cabero me parece un acierto total. Llevar a tu banda con Sandra (Sandra Zamora Zarzamora) además, que siempre ha estado muy ligada a ti,y el Coro Meraki de la escuela Sirinx puede darle a las canciones una vida inusual…
Si te soy sincero no puedo hacerme a la idea de lo que va a suceder ese domingo. Pero he tenido oportunidad de ensayar con la orquesta yo solo y ha sido impresionante, también hemos trabajado las canciones con sus adaptaciones en el local y vamos con todo muy claro pero aún no sé cuál va a ser el resultado final. Nos lo jugamos todo a un ensayo general el día anterior sumándole la dificultad técnica que requiere grabar un concierto de estas características. La propuesta, la confianza y el trabajo de Pablo han sido claves para que esto salga adelante. Es increíble la cantidad de tiempo dedicado a pulir 1h y 15 minutos de concierto. Sandra ha grabado coros en todos los temas de este disco y compartimos música y camino desde hace media vida, tengo suerte de contar con su talento al igual que me siento afortunado de vivir esta experiencia única rodeado de amigos y familia.
P: Miremos un momento hacia atrás, si tienes a bien. Lo mas obvio por descontado es BNDR de los que siempre os he echado en cara a los cuatro que tuvo que ser mas largo por que lo merecía, pero también siempre me gustó mucho La Kerella. No se si te gusta hablar del manido “proceso de aprendizaje” para llegar al ahora, pero es cierto que fueron partes muy divertidas y pasionales…
Pensar en La Kerella me hace sentir viejo, además de que no tengo claro si son recuerdos reales o auto-mitos que he ido construyendo, lo que no se puede negar es que teníamos ganas de expresarnos a través de la música y que lo hicimos sin tener ni idea pero con una actitud tan espontánea que en ocasiones hoy en día echo bastante en falta todo ese arrojo. Hablar de BNDR es adolescencia y aprendizaje, a ellos les debo mucha cultura de local y son mi familia musical. Vivimos muchas aventuras en un corto espacio de tiempo, Tresacordes fue la casa que nos vio crecer y creer en nuestra propuesta, recuerdo con especial cariño nuestras visitas al Milú. Creo que dejamos una muesquita pequeña en alguna esquina de la ciudad de la que estar orgullosos.
P: Una curiosidad personal. Simón Roland a.k.a. Simón Vela. Eres de San Martin del Castañar y entiendo que tu descubrimiento del famoso peregrino medieval vino de ahí, pero la iconografía religiosa no es algo a lo que nos tengas acostumbrados…
Cuando estuve un mes en el pueblo terminando las canciones de este disco y armando toda la parte visual, mis abuelos fueron mis vecinos de abajo y pude convivir con ellos como no lo hacía desde niño. Mi abuela fue la que me contó la historia de Simón Vela y me pareció que había, en ese momento, un paralelismo con lo que yo estaba haciendo… yo todavía no escucho voces pero sí que considero que todo aquel que se dedica a algo creativo lleva dentro algo que le impulsa a ponerse manos a la obra y a veces las ideas aparecen de forma misteriosa después de largos procesos de búsqueda interna.
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