Recuerdo a una señora enfadada con el por su aspecto, o por lo que se había dicho allí, en el programa de Anchón Urrosolo en Tele Madrid preguntándole a un perplejo Strawberry (César Montaña Lehmannm Madrid 1964) que si trabajaba o a que se dedicaba, y a este responderle que sí. Que se ganaba la vida.
Hay poco que añadir a la carrera de su grupo, Def Con Dos, que no se haya dicho ya (si acaso por mi parte la reivindicación de Jesús Arispont), o de su trayectoria artística aparte de la música ya sea como escritor (tiene tres libros publicados, uno de relatos compartidos y la bio por entregas de su banda), actor o director de cortos (“Unas pellas” es suyo). Ahora aterriza en la ciudad con su nueva faceta en el Stand Up con “Libertad de Ofensión” su primer monólogo.
P: Libertad de Ofensión es un monólogo para resumir lo que has pasado durante estos cinco años hasta la absolución definitiva en el tribunal constitucional. ¿Cómo encaras el cambio de registro y el debut en el ámbito del stand up comedian?
R: Libertad de Ofensión es un monólogo que recorre la historia del grupo Def Con Dos en relación con una serie de sorprendentes coincidencias que han ido teniendo lugar entre lo relatado en determinadas canciones y distintos hechos que sucederían posteriormente de modo un casi profético.
P: Has declarado que el termino “pesadilla distópica” resumiría bien lo que has vivido…
R: Que el Estado decida perseguir de forma absolutamente irregular a un ciudadano inocente, por haber ejercido su legítimo derecho de libertad de expresión, que es lo que me ha sucedido, está en la base argumental de muchas de las distopías literarias y cinematográficas más conocidas por todos. He vivido 5 años de una auténtica pesadilla en la que gente que ni sabía quién era, ni conocían mi trayectoria artística, ni les interesaba saber a qué me dedicaba en realidad, hicieron todo lo posible por verme arder en la hoguera de su intolerancia.
P: ¿En qué punto piensas que se encuentra la libertad de expresión ahora mismo?
R: La libertad de expresión es un derecho humano que se está empezando a cuestionar en función de valores éticos y morales que en ningún caso son bienes jurídicos que deba defender el derecho penal. El mal gusto es un género que ha dado lugar a movimientos tan revolucionarios como el punk, y el intento de aproximar lo moral a penal supone vulnerar derechos fundamentales reconocidos en la declaración de Derechos Humanos y en el convenio De Derechos Humanos de la Unión Europea. Vivimos un momento en el que mayoritariamente solo respetamos el derecho a una libertad de expresión a quienes piensan como nosotros mismos, lo que es gran error, porque una auténtica libertad de expresión debe amparar por igual a quienes piensan como nosotros y a quienes no lo hacen.
P: ¿Eres seguidor del formato?, pienso en Lenny Bruce y tal vez George Carlin como buenos referentes…
R: No soy especialmente seguidor del formato monólogo salvo excepciones patrias como la de mi admirado David Suárez, el genial Joaquín Reyes o la siempre brillante Carmen Llop, pero hay otro tipo de monólogos realmente excepcionales, como el del propio exboxeador Mike Tyson, que considero auténticas joyas.
P: Actor (siempre te recuerdo en la tremenda “La Matanza Caníbal de los Garrulos Lisérgicos” del malogrado Antonio Blanco), escritor, la carrera musical y ahora tu debut en el campo de la comedia diversificándote como artista capaz de asumir un buen montón de retos…
R: Es cierto que diversifico los formatos en los que me voy expresando con el paso del tiempo, pero el tuétano de mi discurso viene a ser siempre el mismo: una invitación ácida y distinta a interpretar la realidad desde un punto de vista que no es el mayoritario en las tendencias, ideologías y dogmas al uso.
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