Crónica: Hevia deslumbra en el Teatro Liceo con la magia de su gaita electrónica
La noche del sábado en Salamanca estuvo marcada por la música y la emoción de uno de los grandes iconos del folk contemporáneo. José Ángel Hevia, el gaitero asturiano que revolucionó el panorama musical con su gaita electrónica, se presentó en el Teatro Liceo para celebrar los 25 años de Tierra de Nadie, el álbum que lo lanzó al estrellato internacional y le valió el prestigioso Multiplatinum Europe Award.
Desde el primer acorde, el público salmantino se vio envuelto en la atmósfera única de Hevia, quien acompañado de su banda habitual y en un escenario especialmente iluminado para la ocasión, ofreció un espectáculo que unió tradición y modernidad en un recorrido por sus temas más emblemáticos. La emoción era palpable en la sala, donde los asistentes, muchos de ellos seguidores de años, estallaban en aplausos al inicio de cada interpretación.
El concierto mantuvo un aire de cercanía y sorpresa, donde Hevia compartió con la audiencia anécdotas sobre su carrera y la evolución de su música. Sin embargo, fue en las piezas previas al bis donde el espectáculo alcanzó uno de sus momentos más destacados: la Agrupación Zamorana de Gaiteros “As Portelas” se unió a Hevia sobre el escenario, acompañándolo en dos obras que lograron un profundo impacto en el público. Este inesperado acompañamiento añadió una intensidad especial a la interpretación, reforzando el lazo entre el folclore asturiano y castellano-leonés, y generando un aplauso unánime y entusiasta en todo el teatro.
Además de sus temas más icónicos, Hevia incluyó en el repertorio algunas composiciones de su próximo trabajo, las cuales fueron recibidas con entusiasmo y expectativa, demostrando que su creatividad sigue tan viva hoy como hace 25 años. La acústica del Liceo, sumada a la atmósfera nostálgica que llenaba el teatro, hizo de cada tema una experiencia inmersiva que transportaba al público a los paisajes celtas que inspiran la obra del maestro.
La actuación del gaitero asturiano en Salamanca fue, sin duda, un hito que dejó huella en una ciudad profundamente ligada al folclore y a las tradiciones, y que ahora atesora la visita de un artista que continúa rompiendo fronteras y acercando la música tradicional a nuevas generaciones. Al finalizar el espectáculo, con el público en pie y ovacionando, Hevia se despidió visiblemente emocionado, dejando una promesa tácita de regresar a esta catedral de la música.
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