Por Como no me gusta Frank Herbert ni la mayoría de su obra no soy sospechoso de ejercer de die-hard fan con el, así que permítanme que le fusile una de sus sentencias mas conocidas sin que me tachen de ello. Es esa que dice que no hay final real, solamente es el lugar donde detienes la historia.
Mas apropiada es casi imposible.
Nueve conciertos en once días y aún así seguiríamos sin problemas. Pero a partir de mañana en el escenario principal (la Plaza Mayor) la cosa va por otros derroteros que se nos alejan miles de millas y que, estoy seguro, el equipo de esta casa se va a encargar de cumplimentar muchísimo mejor que si lo hiciera un servidor que simplemente no sabría. Nos queda solamente una parada para ver a Agnesia en el segundo escenario ( el Elio Antonio de Nebrija) de las ferias que ya les contaré con calma en la ultima de mis crónicas de urgencia de este año, mañana.
Hoy cuando entro a la plaza para la comparecencia de The Velvet Candles, la amenaza de suspensión pende sobre el bolo de forma inexorable. Afortunadamente el tiempo respeta después de esperar para comenzar a que amainara la lluvia, y cuando arranca me entra la morriña y me añoro pensando en los magníficos festivales del estilo que tenemos en la ciudad y que ojalá pronto recuperemos. Y antes de entrar en materia permítanme que me quite el sombrero ante toda esa gente que estoicamente aguantó el obligado retraso refugiándose en los soportales o a pie de escenario bajo los paraguas. Es genial y muy emocionante y merecen todo el respeto y admiración, y estoy seguro que no se arrepintieron.
Son los de Barcelona una garantía de brillantez en el universo de un estilo exigente como el Doo Wop. Transformaron el sitio, y no hará falta que loe tan magno escenario por que es pura magia ya de por si, en un club de los 50´s ( el espíritu de Rick Blaine planeando en los trajes que lucieron, amigos) en el que solo faltaron los cocteles de nombres legendarios. Poder escuchar todos esos standars, al que suscribe le encantaron los de Elvis, rodeado de tanta belleza es casi terapéutico es cierto, pero ojalá hubiera habido mas tiempo para las propias (que las tienen y buenas).
Mañana es el día.
Cerramos el club de las crónicas urgentes, que apropiado después de lo de hoy, hasta el próximo año y las próximas ferias. Les voy a inflar a lloriqueos.
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