Por Cuando entro por San Pablo y me enchufo a la plaza mayor de las ferias con el escenario, el control del medio, las anti avalancha por delante y las casetas- camerino por detrás, me viene a la memoria una frase de Cesare Pavese: “No recordamos días, recordamos momentos”.
Y es que solo ha sido un parpadeo. Solo eso.
Estábamos echando el cierre el año pasado, y casi sin darnos cuenta ya estamos de nuevo. La prisa y las carreras de un escenario a otro, la angustia de no llegar a entregar a tiempo, el estúpido frio tras un verano como siempre inolvidable, y por encima de todo los días para ver conciertos en el sitio mas maravilloso del mundo para el que suscribe.
Ah, son las ferias baby.
Si les parece me salto hacer un juicio sumarísimo del line-up. Sobre todo por que ya aburre (¿cuántos “expertos” a los que no veo nunca en ningún concierto me han abordado para quejarse?) y está un poco de más. Si hay que hacer un plebiscito todos los años para conformar el cartel, adelante.
Sino, vamos a ello.
Desde que se anunció la vuelta de nuestros artistas al escenario principal el primer día de conciertos, más allá de lo que ocurra en el segundo del Elio Antonio de Nebrija, me pareció una idea muy acertada aunque ojalá no se quede solo ahi. Un servidor apuntaría a revisar la formula de hace unos años de anunciar al cabeza de la plaza con alguien de aquí a diario, o al menos cuando se pudiera. Por pura y absoluta justicia con una escena, la nuestra, que es tan maravillosa como inmensa.
Abriendo las celebraciones la comparecencia del triple cartel de ganadores del Concurso de Bandas de la ciudad, y en el mismo orden del Tour del Talento, arrancaba con Nel Rodríguez con el sitio aún a medio gas. Acompañado de Carla Tejedor, Clara Martin y Daniel García se pulían un slot ciertamente delicioso con cadencia lenta desde que arrancaron con “Mi Fav”, y en ningún momento, este es uno de los detalles mas importantes a mi modesto entender, parecieron amilanados por tocar donde estaban. Las sonoridades pizpiretas y refrescantes de su Pop inofensivo y asequible, “Para Elevar la Mirada” “De Lejos” o el estreno en directo de un adelanto de su nuevo disco que sale en apenas unos días (la homónima “La levedad de la vida”) y un buen puñado de die-hard fans en los primeros sitios cantándolas a pulmón hicieron que capearan el trago con aplomo para alguien tan joven. Que queda mucho camino, es indudable, pero que las ideas que tiene merecen no perderse de vista, también.
La salida de Sadia, habían tenido que retrasar su comparecencia por la ofrenda floral, con “Destartalado” hace que me fije de nuevo en lo mucho que el hombre me recuerda a Stevie Ray Vaughan. Presentados en formato power trio, con Quili Sánchez en el bajo y Aure Martin en la batería además de el en la guitarra y voz, inundaron, que maravilla, todo de Rock y Blues (“el rock es una música antigua para los jóvenes, muchos de ellos la conocerán siempre que haya bandas como la mía que mantengan la llama”, comentaba en una entrevista que hizo hace algún tiempo para mis jefes del combo Rutero), gozando además de la mejor entrada de la tarde, con una abultada parroquia que en su mayoría sabían bien lo que iban a ver. “Circulo de Fuego” “90/60/90” o “20 Toneladas” y lo que planeó por encima, de Faces al héroe de Sheffield Joe Cocker o Allman Brothers, merecían sin duda el espacio y el horario, y los tres, engrasados en el escenario de sobra, lo aprovecharon.
Se apunta un servidor, siempre lo he hecho, a los shows cortos hasta la extenuación. Poder ver a Rockin Hellfire en un bolo de poco mas de treinta minutos (cualquiera que recuerde su glorioso paso por mi criatura del DA2 sabrá de que hablo) es un must. Y es que cuando imprimen ritmo de colisión desde el primer momento, como sonó “Hurricane” amigos, no hay discusión posible. Ver la mejor versión de Mariano Iglesias mandando en el ritmo de todo el bolo con su kit echando humo y a Zlatko Tudja marcar con su voz característica las canciones (“Grim Reaper” si, pero sobre todo su material con el inmenso “Hellfire Rock & Roll a la cabeza) a Luis Prieto y su firme labor en la guitarra (“Evedently” “Brand New Cadillac”) o la apuesta segura que es el bajo de Dani del Amo mientras la comparecencia avanza a 200 por hora, es, repito, una gozada. Hubo Spaghetti Western, hubo riffs punzantes, y hubo temas. Pero sobre todo hubo la sensación de que con ellos nos podemos jugar los cuartos con cualquiera del genero.
Si hay una agrupación en el mundo que merece por muchas razones el estatus de banda de culto esos son los estupendos King Gizzard & The Lizard Wizard. Los australianos son un compendio de músicos increíbles capaces de hacer casi cualquier sonido, Psicodelia Metal Electrónica y mil mas, en una de las discografías mas abultadas de la historia (26 discos de estudio, 31 en vivo con bandcamp incluido, 3 recopilatorios y que se yo que mas). Pues bien, los artistas que cerraban la primera noche de las ferias 2024 tienen 38 nada menos. Raya Real abarrotaban la plaza ya en el primer concierto con su mezcla de sevillanas y rumbas. Por descontado que no me considero capacitado para escribir de su pase, pero mentiría si no les dijera que ver la plaza llenísima y cantar y bailar con ellos fue espectacular. A titulo personal les contaré que poder hablar con una leyenda de los managers de este país como Carmelo Millán y conocer sus conexiones con titanes de la actuación y la canción (de José Luis López Vázquez al elenco de grandes series de TV o el mismísimo José Bodalo) y su lucidez y trabajo a los 84 años ya, fue una experiencia inolvidable. Menuda entrevista le haría.
Hoy arranca el Elio Antonio de Nebrija con nuestros Godaiva, y llegan los reyes de Valladolid a la plaza. Ya les cuento.
Fotos Víctor Iglesias
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