Por Ahí vamos de nuevo. La cosa es que por la mañana alguien me pregunta, se lo juro, es cierto, si hay (¿…?) ferias este año. Bueno, ni caso. Lo importante es que otra vez vuelven los días de bolos diarios, de carreras frenéticas para llegar a todas partes, de no cenar nunca y de outfits molones para irnos al lío. Eso por no hablar de hacer lo que más amamos en el mundo.
Debuto con la comparecencia de Coyote en el patio del DA2 que, algo sabría yo decirles de esto, ya se ha asentado como uno de los espacios para conciertos más importantes de la ciudad. La lista de nombres de nuestra escena que acartela estos días es notable, y merece una visita obligada. Con Antonio Llorente al mando, son unos musicazos que me hacen pensar en algunos momentos en Phish y si me apuran hasta en Grateful Dead, con su mezcla de Rock, Funk y Neo-Soul alargando e improvisando los temas. Me fijan con “Gusano”, y “Arráncame las Venas”, y aunque se que luego Dose se va a subir con ellos, me lo pierdo por salir corriendo a la nueva estrella de los recintos musiqueros de la ciudad.
Fotos: Víctor J. Fry
Ah amigos, aquí le hemos dado, porque miren, el sitio es un cañón en mi modestísima opinión. Hablo del campo de fútbol de Puente Ladrillo por supuesto, en el que este año van a tener lugar los pases de las bandas que encabezan el cartel de ferias. Hoy llegaba Mikel Izal con los suyos y no había ni una silla libre de las más de dos mil quinientas que estaban disponibles, pero si miran más allá (hablo de montar cosas gordas allí) las posibilidades son infinitas y muy atrayentes. Han hecho un montaje que parece Benicassim, escenario gigantesco cubierto incluido, la zona de backstage con césped, pantallas gigantes etc. y lo han hecho bien, ojo. Ya lo quisiera yo para mi criatura.
El bolo de Izal fue en realidad un montaje audiovisual preparado y cuidado hasta el mínimo detalle. Concebido para grandes arenas, lo retomaban después del parón por la pandemia. Los pormenores de los videos que acompañaron las canciones, el inicio con homenaje a los Thunderbirds del matrimonio Anderson, el hilo conductor de Santi Millán y Alexandra Jiménez, los invitados a chorrón incluyendo grandes deportistas, los cameos/colabos de artistas con el grupo que fueron de Rozalen a Bunbury pasando por Sidonie o (atención a este) Miguel Ríos y un set-list tan generoso que abrumaba, veintitrés temas amigos, desde que empiezan con “Meiuqer” el adelanto del ya quinto álbum de la banda el esperado “Hogar”, y más de dos horas (lo que oyen) de concierto.
Fotos: Víctor J. Fry
Y la lista de temas quita el hipo, a saber: “Copacabana”, “Agujero de Gusano”, “La Increíble Historia del Hombre Que Podía Volar y No Sabia Como” con Zahara en la pantalla, “El Pozo”, “La Mujer de Verde” dedicada a los sanitarios y su trabajo en estos tiempos y lo máximo para un servidor “Magia y Efectos Especiales”. Verán lo que pasó aquí. Citaron a…BNDR.
Nuestros chicos habían compartido con Mikel y el bajista Gato un viaje hace años y estos no quisieron pasar la ocasión de recordarlos. Me dolió mucho ver que entre el público hubo un poco de indiferencia, al menos donde yo estaba (que empecé en las anti avalancha con toda la prensa, y acabé en la fila veinte) y que pareció el detalle pasar desapercibido. Comportamiento maravilloso del personal, eso sí, con cero problemas y todas las medidas sanitarias a rajatabla, con la seguridad por bandera, porque la CULTURA es segura.
Hoy viene una leyenda. Ya verán como todo el mundo que se encuentren, estuvo en el famoso concierto de los 80’s.
Ejem, yo estuve. De verdad créanme, por favor…
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