Que no es el sold out cantado, ni la larga cola que partía toda la tarde alrededor del Potem (eran dos pases, recuerden) llena hasta los topes de gente jovencísima, ni la histeria que había levantado su venida, ni la casualidad de que tenga una canción u otra en el top de las mas oídas, ni el hecho de que el consabido “Hensito”, su primer disco, tiene muchas lecturas ya desde el título, ni que, lo ha declarado muchas veces, le gustan mucho las colabos (de Recycled J a Pole por citar algunas), ni por supuesto que su carrera está muy bien planteada gracias a que, en mi opinión, ha sido gradual, ni la obviedad de que las redes sociales al principio le fueron imprescindibles (como todos) para llegar hasta aquí, ni que la mezcla irresistible que practica entre Pop y Rap sea una rara avis mirado con los ojos de la escena más fundamentalista que, cuando se citan con razón nombres como Despistaos o Pereza en unión al de Segovia, se enervan, ni que forme parte de Go Roneo, ni que ayer (¡¡¡ayer!!!!!) reventara Las Ventas en su concierto con, de nuevo, todo el papel agotado, ni que sus canciones sean frescas y muy, mucho en realidad, divertidas, ni que pusiera encima del escenario un set-list lleno de must (“Me Encantas”, “Quedar Pa Joder”, “Batmóvil”…) cantados a pulmón por todo el personal, ni que se acordara de la primera vez que vino a la sala hace años, ni que parezca un tipo majo al que de momento no le ha dado un ego-trip.
No es nada de eso. Lo que pasa es que es bueno y lo hace bien.
Foto de Víctor J. Fry
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