Pero a ver en serio…¿Delaporte a las siete de la tarde con el sol de justicia que caía?. Ah amigos, nos la trajo al fresco. Con el día mas bochornoso de todo el festival encima, nadie se arrugó por ello. La imagen de la noche antes, Sober y Carlos Jean en el escenario mientras sonaba…Journey (¡!!!!!), costaba pensar en superarla, pero miren por donde el verano anticipado ayudó y mucho además. Me enchufo cuando Vila Chinasky están ya a por ello en el escenario del Patio Chico y su propuesta fresca y bailable era ideal para la hora y el calor que golpeaba. Cuando salieron el dúo, tremendos Delaporte, pusieron a todos los valientes que habían madrugado al escenario de Anaya, a bailar y cantar con sus temas e interludios electrónicos y urban con soltura de grandes (es una cuestión de tiempo que llegue) y “Cariñito” será uno de lo himnos de la presente edición sin duda.
Sorprende que siendo sábado la entrada de algunos pases haya estado menos concurrida de lo que debía, pero afortunadamente luego la noche lo pudo arreglar. Los tremebundo Kitai, vaya por dios no trajeron la famosa plataforma volante de la batería, se marcaron un bolo de aúpa, pero es que es lo que hacen esos tíos. Trabajadores incansables, la posición que disfrutan se la han ganado a pulso y los temas propios, me salto su acercamiento a The Clash, esgrimen las maneras de unos Biffy Clyro, Foals si me apuran, en ciernes. Me largo corriendo a Anaya para ver uno de los momentos del día y si me apuran de todo el festi: Femi Kuti, hijo del legendario Fela Kuti, se marcó un bolazo de esos que se tardan en olvidar (¿pero este hombre cuando respira?) con una banda que deberían canonizar (ese batería es dios), alargando las canciones y haciendo autenticas exhibiciones de poderío vocal.
Vuelta al Patio Chico para ver el pase mas intimo y calmado de Sr. Chinarro al que siempre que le veo cumple con creces, y mantiene una base de fans solida y fiel. Y de ahí me emboco a Anaya de nuevo, esta vez en el escenario Ring, donde el director del festival Carlos Jean nos regala una sesión hard-core en la que transforma la plaza en una rave gigantesca, llena de baile, sensualidad y mucha diversión que ya se hace notar desde los aledaños de la Rúa. Para terminar las celebraciones (no hay otra palabra, amigos) Diavlo la nueva banda de Jesús Antúnez, ex Dover, que hizo planear a Queens Of The Stoned Age y a Kyuss, fíjense todo Joshua Homme, por el patio chico con su sonido, que en algunos momentos también adeuda a los Artic Monkeys mas cafres, cavernícola y muy rockero nos recetan un fin de fiesta estupendo.
Echo el cerrojo a uno de los mejores carteles de los últimos años exhausto, e intoxicado para que nos vamos a engañar, pero echándolo ya de menos.
Este es el camino en mi modesta opinión.
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