Crónicas

CHICLE | La Chica de Ayer, Salamanca

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Había expectación los días previos -la señal mas clara de ello fue constatar como la prensa seria (¿…?) o lo que sea de la ciudad, que jamás se hace eco de un concierto así le dio un inesperado cuartel-  por ver la presentación del nuevo proyecto de Álvaro Benito mientras Pignoise se queda en barbecho momentáneo, tras la gira de recintos gigantes que conmemoró el vigésimo aniversario de la banda. El asfixiante sold out del pase daba buena muestra de ello, y planteaba la pregunta clave de la noche que marcó todo el concierto, a entender del que suscribe. Me refiero a si, salvo las honrosas excepciones de los de siempre, esa gente hubiera ido a verlo de no estar el hombre allí. 

 

Todas las semanas se pueden paladear en las salas bolos de artistas y grupos del mismo o parecido palo, muchos peores es cierto pero también algunos bastante mejores, que lucen entradas tan decrepitas que hacen temblar. Y totalmente de acuerdo que  seria injusto y estúpido condenar a la banda por ello, era además el primer concierto de la gira (de esta gira, ojo, no del grupo), pero no deja de ser menos sangrante a la vista de lo que ocurrió arriba del escenario. Hace unos meses cuando Benito presentaba el grupo en no se que entrevista, después de que Sonido Muchacho con evidente buen tino hubiera entrado en el lio, hablaba de que sus compañeros eran los mejores músicos que conocía o algo así. Es entendible que lo diga. 

 

Héctor Navio es un bajista híper-solvente y dejó momentos de absoluta brillantez a lo largo de la noche, y Juan Zurdo en su pequeño kit de batería aportó la base áspera y dura que esas canciones necesitaban con maestría. Con un álbum, el recién llegado “La belleza”, bajo el brazo que casi se pulieron entero, hicieron una comparecencia tan corta, suficiente en realidad,  como desconcertante con los aires de ensayo lujoso que lució muchos pasajes desde que abrieron con el acople deudor de Nirvana que precede a “Hambrientos”. Con el Alt Rock  como libro de ideas por bandera, mucho se ha hablado de Biffy Clyro para definirlos pero un servidor se acordó de Josh Homme y de Q.O.T.S.A. mucho mas, sería un crimen negarles el pan y la sal a un puñado de temas y de ideas que lo merecen, sin ninguna duda, pero que en casi ningún momento de la noche parecieron conectar con el publico mas allá de las honrosas primeras filas. 

 

La decisión de Benito de ocuparse de todas las guitarras parece correcta, las traslaciones de “Brutal” con Muse flotando por arriba y de “Solido” con un buen solo,  y no tuvo problemas con la voz en ningún momento, la cadencia de “Besos” y el esfuerzo en “Descomunal” y el sonido Depeche tamizado de riffs de “Huracán” lo atestiguaron,  y la parte que abrió “Calles de Perdedor” con las mas coreadas “Puño”, “Pantalón” e “Impostor” sobre todo nos dio la posibilidad de ver la estupenda “Ángel” en la que “Feel Good Hit Of The Summer” se hizo presente en la sala. El final obligado con “Superpoderes” y “Polvo en el Viento”, que pena que esos estribillos y esas guitarras no llegaran mas, hubieran merecido muchos mas cantes y bailes de los que se vieron por parte de los de abajo si, pero también de los de arriba.

 

La próxima.

Paco Jiménez
El Rock n Roll es más grande que la vida

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