El autoconsumo eléctrico es, bajo definición, la producción propia de energía eléctrica, normalmente mediante el aprovechamiento de la energía solar. Proporciona una simbiosis de ahorro, eficiencia y conciencia medioambiental. España es uno de los países del mundo con más horas de sol, pero no podemos obviar que el autoabastecimiento energético no está tan extendido como debería. Seguimos, de alguna manera, estando muy anclados a la energía tradicional. El primer paso en mejorar la situación se produjo en 2018, cuando se suprimió el famoso «Impuesto al Sol».
Es cierto que las energías renovables siguen ganando en adeptos, día a día. La energía eólica es la más potente en nuestro país, con 23.057 MW de capacidad instalada a finales del 2016 (un 21,9%), seguida de la hidráulica con 17.025 MW y de la solar, con 6.973 MW. Desde el punto de vista de la generación, la energía eólica también supuso el 47,3% de toda la producción renovable.
Por otro lado, la energía solar supone tan solo un 12,9% (7,9% fotovoltaica y 5% térmica) de la producción de energía renovable. Con casi un 20% del total nacional, Castilla-La Mancha es la comunidad con mayor potencia solar fotovoltaica, seguida de Andalucía, Extremadura y Castilla y León. Además, cuatro comunidades autónomas concentraron más del 60% de la energía solar fotovoltaica generada en España en 2016, lideradas por Castilla-La Mancha y Andalucía, cuya producción superó en ambos casos los 1.500 GWh.
Legislación y situación actual
A finales de 2018, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció el fin del conocido como el «Impuesto al Sol» (modificaciones presentadas en el Real Decreto 900/2015 que regulaban el autoconsumo eléctrico). Este impuesto suponía un enorme retroceso en materia de transición energética. La abolición de estas medidas despertaron un espíritu renovador y entusiasta por ahorrar costes y aprovechar al máximo el potencial de la energía solar. Algunas de las medidas que se aplicaron, buscaban además, incentivar el autoconsumo eléctrico: reducción de multas por falta de requisitos en la instalación, varias personas dentro de una instalación, supresión de contador de generación en instalaciones sin vertido, y más medidas.
En conclusión, se estima que el paquete de medidas de estímulo disparó en un 44% la solicitud de instalaciones de autoconsumo, con respecto al año anterior. Todo esto se transforma en una relativa libertad para la instalación de instalaciones de obtención de energía solar, permitiendo un ahorro de hasta un 70% en la factura energética. Se estima que se tarda alrededor de 10 años en amortizar la instalación, y su vida útil suele ser de unos 30 años.
Funcionamiento: montaje y puesta en marcha
Realizar la instalación uno mismo no es sencillo, al menos no lo será si no se cuenta con una serie de conocimientos básicos. Lo primero es identificar distintos tipos de paneles solares: fotovoltaico, solar térmico e híbrido. Los fotovoltaicos son los más empleados en este tipo de instalaciones, y se encargan de capturar la energía del sol para luego transformarla en la corriente alterna, necesaria para la alimentación de los distintos aparatos eléctricos con los que se cuenta en cualquier hogar.
No basta con instalar unos cuantos paneles y listo, la instalación requerirá de otro tipo de elementos, como los inversores, que son los encargados de transformar la energía solar en corriente alterna. Y, además, se deben instalar baterías de almacenamiento, que permitirán guardar la energía hasta que esta sea necesaria.
En resumen, a los paneles solares se les debe sumar un inversor y las baterías necesarias, lo que supondrá un coste que, sin lugar a dudas, será amortizado varios años antes de que la vida útil de los paneles llegue a su fin. Todo esto supondrá un ahorro de capital importante, así como la satisfacción de saber que se está haciendo algo bueno por el planeta y contra la dependencia energética.
No hay duda de que el futuro es de la energía eléctrica, aunque aún queda un enorme camino por recorrer. Si analizamos la industria del autoconsumo y observamos la desnuclearización y la tendencia la energía renovable de las grandes potencias europeas, podemos asegurar que todos los cambios de normativa que haya a partir de ahora serán hacia un futuro más limpio.
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