Se cumplen ya dos meses de confinamiento, una situación que nos ha llevado a enfrentarnos a un escenario que ni en sueños habríamos imaginado. Para hacerle frente, cada uno de nosotros ha tenido que echar mano de sus herramientas para llenar los días, que entre cuatro paredes parecen que se estiran y estiran.
Una de mis herramientas es la fotografía, tuve suerte de tener aquí la cámara, pues suele viajar de acá para allá. Ella y mi enorme balcón, entre otras cosas, me han hecho sentirme privilegiado, fotografiando amaneceres, atardeceres, aves, la vega del río, la lluvia y la nieve y especialmente los cielos, mi gran pasión, dos meses que, sin querer, más de un día no terminaba mi tarea.
Por primera vez, subo al blog un video de unas cuantas fotos realizadas este tiempo, que se grabará en nuestra memoria de una manera especial, creando un archivo que sin querer más de una vez se abrirá, como yo tantas veces he abierto mi balcón confinado.
Comentarios