Dos jóvenes chinos han conseguido estafar a Apple, una de las empresas más poderosas del momento. Un tribunal del estado de Oregón en Estados Unidos, ha acusado a estos dos jóvenes de varios cargos federales por fraude que le ha costado casi un millón de dólares a Apple. Los dos estudiantes residían en el país gracias a un visado de estudiante. Ambos terminaron el año pasado sus carreras de ingeniería.
Los acusados conseguían adquirir terminales falsos, copias de iPhone, y presentaba una reclamación al servicio técnico de la compañía quejándose de problemas de funcionamiento en los dispositivos, más específicamente, problemas de encendido. Por lo que la compañía de la manzana reemplazaba los dispositivos por iPhones originales nuevos. Después de este proceso, los acusados enviaban a contactos en el exterior los teléfonos originales que más tarde se vendían online. El fraude se encuentra en torno a los $900,000 según la Fiscalía.
No solo esto, el FBI cree que los acusados recibían envíos periódicos desde China que podrían contener hasta 30 dispositivos fraudulentos. Apple rechazó alrededor de 500 de los 2000 dispositivos que los detenidos enviaron para reparar en 2017. Según los investigadores, Apple no permite reparar o examinar los teléfonos que no se encienden.
Los detenidos se intentan defender alegando que desconocían la falsedad de los teléfonos que intercambiaban en el soporte técnico de la compañía. El FBI lleva dos años sospechando después de que aduanas interviniera envíos sospechosos de productos similares a los de la tecnológica.
Sin duda, se trata de una técnica simple y rústica que cualquier podía hacer y, al parecer, una variable que el gigante tecnológico no había previsto. Es el momento de añadir mecanismos de seguridad un poco más sofisticados para que a la compañía tecnológica más importante del mundo, no le den gato por liebre.
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