¿Es posible que tras apenas 5 años de utilización de la tecnología de edición de genes CRISPR/Cas ahora se intente buscar un uso en células humanas? ¿Sería científicamente viable?
El investigador y genetista chino, He Jiankui, afirmó el pasado 25 de noviembre haber modificado el genoma de dos embriones que posteriormente dieron lugar a dos bebés recién nacidas, Nana y Lulu, utilizando la técnica CRISPR/Cas de tal forma que no puedan contraer el VIH y, por tanto, no desarrollen el SIDA.
El vídeo en el que se reveló esta investigación, así como la falta de pruebas, apoyos y estudios realizados no están exentos de polémica debido a su hermetismo y a las cuestiones en el campo de la bioética que ha reabierto.
¿Qué es el CRISPR/Cas?
Las siglas CRISPR/Cas provienen de Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats, o su equivalente en español, “Repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas”. Cas es el nombre de una serie de proteínas llamadas así por CRISPR Associated System (“sistema asociado a CRISPR”).
El sistema CRISPR/Cas fue utilizado por primera vez en 2013 por Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna basándose en contribuciones anteriores del investigador y genetista español Francisco Mojica, cuyos descubrimientos desembocaron en el desarrollo de esta tecnología.
¿Cómo funciona? Esta tecnología explicada por la propia Charpentier se basa en 3 etapas:
- Adaptación y Memorización: La molécula de ARN (propia de una secuencia concreta del genoma de un virus) se asocia con la enzima Cas9.
- Maduración y ensamblaje: Se forma un complejo en el que el ARN guía a Cas9 al sitio donde se ha de producir el siguiente proceso.
- Interferencia y destrucción: El Cas9 es una endonucleasa (es decir, una proteína que es capaz de cortar el ADN). En este punto, situado sobre el fragmento de ADN al que va a ser aplicado, Cas9 es capaz de agregar, suprimir, o incluso modificar secuencias del ADN como si de una tijera se tratara.
En resumen, el investigador puede “cortar y pegar” genes a su gusto y conveniencia.
¿Es posible su aplicación en células humanas?
En palabras de sus principales investigadores sí, pero es importante destacar algo que remarcaba Emmanuelle Charpentier en una entrevista concedida a El País: “Es muy apropiado usar CRISPR para investigar con células embrionarias humanas para estudiar las primeras etapas del desarrollo, pero no soy partidaria de usar esta técnica para crear humanos transformados o mejorados. Debemos ser cautos incluso al aplicar esta técnica en embriones para curar enfermedades. Ahora mismo no existe ninguna justificación para hacer esto porque existe la posibilidad de seleccionar embriones y descartar los que llevan ciertas mutaciones.”
¿Entonces de qué se acusa a He Jiankui?
Precisamente, de lo que decía Charpentier en su última frase, ya que el científico chino ha utilizado esta técnica en embriones, los ha seleccionado y ha descartado a aquellos que llevan mutaciones para quedarse únicamente con los que no van a padecer el SIDA.
Esto es algo especialmente grave desde el punto de vista ético y si, además, no da explicaciones de cómo ha llevado a cabo el estudio ni sobre las garantías de la fecundación in vitro utilizada, le van a suponer bastantes problemas a la hora de buscar reconocimiento entre la comunidad científica.
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