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ABSALEM POTEMKIM, SALAMANCA

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No se por que, o tal vez si,  cuando entré pensé en El Peor Vecino del Mundo, la olvidadisima- y probablemente con razón- peli de Marc Forster, cuando Hanks al final dice “No son ellos, somos nosotros”.

Nosotros.

Un paramo desolado, amigos. Eso era el Potem cuando me enchufo a un bolo que esperaba ver por razones sobradas, y aunque es cierto que el que suscribe tenia pánico a contabilizar el taquillaje que el triple cartel pudiera lograr reunir, también lo es que la esperanza, vana y estéril por otra parte, de que el publico respondiera, es lo ultimo que quería abandonar. Un servidor, que cubre la Urbana desde hace tantos años que ni se acuerda por si albergan alguna duda, se parte de risa cada vez que alguien  empieza con la cantinela de la muerte del Rock, del Pop, del Punk o, a esto voy, del Metal.

Nunca ha habido tantas bandas y artistas, nunca ha habido tanta gente increíble llena de talento haciendo cosas, nunca ha habido tantas canciones y, aunque podría seguir así un rato, para acabar nunca en mi modesta opinión ha sido tan fácil que cualquiera pueda acceder al trabajo de quien lo hace directamente, sin pasar por compañías, managers ni las bazofias del negocio, si no se quiere. A mi entender todos esos estilos han pasado de ser el hermano mayor, a ser uno mas sobre todo entre la gente mas joven a la hora del reparto de los gustos. No creo que ese sea el problema mas acuciante. Como tampoco lo es la asistencia a los festis, o a los bolos grandes con los nombres ya sabidos, que continúan llenándolos sin problemas. El lio gordo está en las salas y en las bandas emergentes que necesitan todo nuestro soporte y apoyo sin fisuras en los conciertos y, paradójicamente, no vamos ni aunque nos inviten.

El axioma para ellas parece ser salimos de casa con menos mil, y esperamos llegar con menos mil quinientos. Asusta pensar que el día antes un servidor se merendó en el mismo sitio y a la misma hora el pase de Alcalá Norte, y vio el soldout estratosférico que propicio.

He podido ser contemporáneo de la carrera de Absalem desde que arranco hace un puñado de años en aquel primer bolo seminal de la Bunker (no me canso de hablar de ese sitio, por que simplemente como el 13 Monos es irrepetible), y los he visto un montón de veces desde entonces. Siempre me ha parecido una banda honesta, cuestión de gustos aparte. Van a lo suyo, esa mezcla de la brutalidad del death growl con el clean en unas composiciones llenas de recovecos y cambios demoledores, y no desfallecen a pesar de la distancia entre ellos el negocio los cambios en el mark o lo que sea, por extraño que pueda parecer. Tienen un cancionero ya amplio, presentaban el ultimo EP “Mortem”, y un directo curtido y a poco que se prodiguen, bastante engrasado ya.

Si a eso le suman la presencia de dos bandas jóvenes, y  tremendas, como Bolu2 Death y Teksuo cada una en lo suyo, no tiene explicación alguna la debacle brutal de la taquilla, a no ser por lo del principio.

Nosotros.

Miro a Gin Barberia nada mas que salen en tromba con la implacable “Charcoal Heart”. Cualquier atisbo de duda que pudiera tener, me refiero a como estaría de voz, se diluye al instante mientras comanda la puesta en escena con el resto del mark histórico, la guitarra de Mike Gómez, y la batería de Vic Villar, complementados con el bajo de Nay García. Es el primero de los temas nuevos que estrenaran, el otro es “Heads Will Roll”, de el EP que han puesto en circulación en el pasado septiembre. Técnicamente intachables, cuando pusieron en el escenario “Burned To Ashes” y “Lord of The Flies” fue una operación a corazón abierto, con las constantes cambios que aparejan sus canciones, y los dos registros que atesora Barbería saltando entre ellos.

Se pulen un setlist corto, acertado y mas que suficiente, e intimidante por momentos (“Obscura” ganó por varios cuerpos aquí) y hicieron todo lo posible por levantar aquello con la colaboración del puñado de héroes –no hay otra palabra- que estaban allí viéndolos. La fake lenta que preconizaron al entrar “Haunted” y su serpenteante mutación después fue un must, pero “Heads..” es cremita para cerrar con ese montañón ruso que alberga yendo y viniendo constantemente.

Ojalá todo este lio lo hubiera visto un montón de gente.

Lo merecían.

Fotografía: Juani García

Paco Jiménez
El Rock n Roll es más grande que la vida

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