Ya casi nadie fuera del circuito lo recuerda, pero hubo un tiempo en que parecía que tipos como Tyla o Spike iban a comerse el mundo.
Fueron apenas diez minutos, es cierto, pero nos dejaron discos y conciertos inolvidables que a día de hoy y por extraño que parezca, siguen sonando capitales para entender una parte de esa época.
Y sería a opinión del que suscribe tremendamente injusto cargar todo a la cuenta de The Dogs DÁmour o Quireboys por que la lista (desde la revisión de sus temas en clave de desenchufe en “Five Man Acoustical Jam” de Tesla, a las partes acústicas que hicieron los nunca suficientemente valorados Rock City Angels por citar algunos) es larga y llena de momentos inolvidables que siguen teniendo vigencia tras todos esos años. El ejemplo mas claro es ver cuando hace algún tiempo James Gunn con la complicidad de John Cenna reivindicaron una parte de todo aquello en la BSO de “Peacemaker” juntándolo con cosas mas recientes (Sister y su celebérrimo “Would You like a Creature” por ejemplo) y de nuevo un montón de pax volvieron a recordar y a hacer suyas esas canciones que les habían acompañado entonces.
Cuando me enchufo al Ágora DA2 y su II Ciclo de “Cultura en Terraza” para ver el enésimo mark de Sarah Evil Acoustic pienso en todos esos artistas por que, no se equivoquen, de eso se trata exactamente esta noche. He podido ver a Sarah García en casi todas las encarnaciones de su carrera desde que empezó a despuntar con su voz poderosa, esta era la quinta (¿…?) vez con ella solo en este año para que se hagan una idea, pero los movimientos que ha experimentado estos últimos meses, la puesta en rodaje del sorprendente y fresco material de Zas y la salida de “Wasted Love” el estupendo EP acústico que presentaba, se le antojan al que suscribe muy acertados.
Esas canciones amigos, que luego apuntaló con un estreno, y la posibilidad de verlas en el escenario era lo que impulsaba la obligada cita, y no defraudaron.
Acompañada del jovencísimo y talentoso Mario Martin al cajón y obligatoriamente recauchutados en dúo (por la puntual deserción de Jorge Chamorro la otra parte del EP) con la protagonista encargándose de la guitarra, desde que abrieron acertadamente con “Hidden Love” llenó el sitio de sleazy cazalloso con su voz por la que, esto es curioso, no parecen pasar los años. Cantó, y muy bien además, un inmenso “Satisfied” que en directo se aúpa como uno de los temas mas brillantes del disco, y empalmó seguidas las emociones que suscita verle hacer “Cry” y la inmensa “Kiss Of Death” mientras dejó tiempo para presentar la nueva “Dark Angel” que, esto a mi parecer es muy importante, no desmerece en absoluto al lado del resto, y podría haber ido en el EP sin problema.
En esos momentos Skid y Jizzy Pearl sin enchufar flotaban en el ambiente.
Fue un must que se decidiera a rescatar temas viejos propios, “My Travel”, “The Ligh of The Moon” que sonaron aun con solvencia en medio de una batalla absurda, a santo de que cuando uno tiene un póker en la mano como “Wasted Love” incomprensiblemente lo ignora por hacer material ajeno es algo que se escapa, con las revisiones (de Janis Joplin a Iron Maiden, W.A.S.P. o las adaptaciones al castellano de 4Non Blondes y Wet Wet Wet) infinitas. Pero aun así imponiéndose sobre todo fue mágico verla cantar en un formato alejado de lo que nos tiene acostumbrados, pero que con el paso de los años ha demostrado que le va absolutamente.
Una de las nuestras si, y una de las grandes.
Que duda puede caber.
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