CrónicasculturaOpiniónPaco Jiménez

Cala Vento | Sala Camelot Salamanca

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Fue justo antes de “Sin Apenas Conocernos”. Hablaban de que era la tercera vez que venían a Salamanca, y no olvidaron en ese momento mencionar donde había sido la primera.  Es cierto que pasó casi desapercibido, a santo de que podría sonarle a la mayoría de quienes estaban allí de que estaban hablando, pero esa noche seminal en el añorado y querido 13 Monos, volvió a estar presente en uno de los pases mas esperados de las últimas semanas.

 

La venida de la gira del inconmensurable “Casa Linda” el cuarto álbum que el dúo del Ampurdán ha puesto en marcha en abril del año pasado, era una cita ineludible, es cierto, pero como siempre, con las estúpidas normas que rigen las asistencias (¿…?) de los conciertos en la ciudad en un extraño vísperas de mucho, no consiguió agotar todo el papel. A punto de cumplimentar la década como grupo, a espaldas de cualquier atisbo de concesión (no hará falta que explique aquí el por que del retirado de los símbolos del patrocinio de estos conciertos del escenario), y con la sencillez y cercanía que imprimen a sus canciones Cala Vento, ese calificativo de obreros musicales del indie-rock, no parece un desatino para Joan Delgado y Aleix Turon.

 

Era además una de las últimas oportunidades para ver el tour de salas y aunque con matices, no defraudaron. La idea de llevar el álbum completo –lo tocaron todo en aparente desorden- al directo, intercalado con algunas de los anteriores discos, fue acertada, es cierto, en una comparecencia que fue claramente de menos a mas.  Desde que abren con “Mas que satisfechos”, ah, que declaración de principios podría ser, el sello personal de ambos (la alternancia de las voces, la efectividad instrumental, la cercanía con su publico, las letras coreables a pulmón…) imprime todo el bolo, y el nombre obvio que convocan, me refiero a Japandroids claro, se queda en mera anécdota cuando hacen cosas como “23 Semanas” o la colabo con  Urbizu en el disco la áspera en directo “Passar pantalla”.

 

Con una primera parte algo lineal, pongamos hasta que hacen un estupendo “Un buen año”, que corría el riesgo de hacer naufragar aquello, logran remontarlo y ponerlo hacia arriba en el fulgurante inicio del segundo acto desde la magnifica “Todo”. El delicioso softcore de “Enamorado de ti”, la tremebunda “No Hay Manera”, el casi empalme entre “ La importancia de jugar al baloncesto” y la homónima del ultimo en una pirueta genial, y ese póquer en la mano que es cuando suenan las guitarras de “Ferrari” y su punto de pura épica en el momento que todo el mundo la canta. Para el final, ojo al tiempo por que solo había pasado una hora y cuarto o así y se fueros a veintitantos temas, se reservaron “Abril”, la sorprendente en el escenario “Teletecho” y esa especie de rave en la que convierten “Conmigo” en un bailongo e ilusionante desenlace en el que la impresión que flota, las aun mas alegrías que nos van a dar en el futuro, es clara.

FOTO VÍCTOR IGLESIAS

Paco Jiménez
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