Ya lo comenté ayer, pero hoy ya se ha visto especialmente. A reventar, amigos. La apertura del fin de semana del festival ha sido con lleno hasta la bandera y ojalá, el tiempo ay, mañana pueda continuar así. Toda la ciudad parece haberse echado a la calle para ver tal o cual cosa (circo, mapping etc.) o simplemente pasan por allí, lo cual es genial en mi modestísima opinión. ¿Dos tazas?…vale. Cuando subo San Pablo hay, se lo juro, una ¡carrera! y casualidades o no, vaya usted a saber, están pinchando a Bon Jovi (¿?).
Es un buen ejercicio pensar en como habría cambiado la carrera de Fetén Fetén si Fito no se hubiera enamorado de su música y de “la canción mas bonita que jamás he cantado” como ha dicho de “Me Quedo Aquí” a lo largo de toda su ultima gira. La militancia Fitipaldi de los dos, Jorge Arribas y Diego Galaz, ha servido para que este dúo de “viajeros por los sonidos de la música popular” como les han llamado varias veces, se convirtieran merecidamente en unas súper estrellas en los últimos tiempos, más allá del universo del folklore popular donde ya lo eran.
De ahí que desde que anunció el festival que venían a la Cueva, el que suscribe pensaba en lo pequeño que se iba a quedar el sitio para acogerles, aunque luego no fue tanto. Multinstrumentistas de relumbrón, e inventores y creadores de instrumentos casi imposibles, con la silla de camping flauta a la cabeza (no se pierdan su libro con la ilustradora Laura Mayo “El Mágico Planeta de los Instrumentos Insólitos”), se esmeraron con un pase llenísimo de estilos poco prodigados hoy más allá del circuito de la música tradicional, chotis jotas etc., en el que hicieron disfrutar al publico que llenó el espacio y que, ojo a esto, esgrimía una media de edad muy curiosa con representación de casi cualquier estrato que citáramos.
Traían su ultimo álbum “Melodías de Ultramar” de la mano, aunque hicieron paradas en otros y en, obviamente, el cancionero tradicional. Mentiría si no dijera que la comparecencia fue entretenida, pero ain´t not my cup of tea lo reconozco. Me gustó mas verles ejercer de rockstars con el hombre el otro día en el C.A.E.M.(les remito a mi crónica para esta casa), y devorar el escenario con Raya y los demás.
Ya desde que entrabas a la Plaza, que maravilla que de nuevo sea sede del festival, se notaba quién pasaría por el escenario. Llenas las primeras filas de die-hard fans jovencísimos, Sofía Ellar representante de lo que se ha llamado nueva canción de autor, ponía a todo el mundo a cantar desde que abrió con “Mundos”, una de las comparecencias mas esperadas, esto es curioso, de la parte musical del festi. Acompañada de una banda solvente, la guitarra de Diego Cartón la batería de Alex Riquelme y el teclado y la dirección musical de Sergio Marqueda sobresalían, mientras desgranaban el cancionero, es cierto, inofensivo y un poco almibarado de la protagonista.
Y aunque al principio el sitio registraba mucho hueco, poco a poco se fue llenando consiguiendo una entrada mas que correcta. Las cábalas de donde tocaría fuera del festival, me refiero a que sala o lo que sea, sobran cuando fue desgranando un set-list (“Libre”, “Verano con Lima”, “Versión de Cobarde” etc.…) que convenció sobre todo a esas primeras filas que mencionaba antes., y a un buen montón de gente que se apuntó de manera espontanea, esto es lo que tiene la Plaza, a no perderse el bolo.
De allí, vuelvo al tema de los solapes, me enchufo a la sesión hardcore de Richi Risco en Las Conchas. Cremita, primo. Me cae bien el tipo desde que entro por que es clavado a Lester Bangs, No ahora en serio, vuelve loco a todo el mundo, que abarrota el sitio, con cola para entrar y un cambio brutal en el publico que ha visto los otros conciertos, por que se pule una sesión demoledora llena de momentos en los que sentimos como siempre en estos pases, la transformación del sitio en un club lleno de gente, bailando en una rave brutal
No es extraño que el hombre tenga cada vez mas cartel.
Mañana mas, pero ojo que esto se nos acaba.
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