No sabría decir si los protagonistas de la noche son aún hoy tras unos cuantos años de carrera uno de los secretos mejor guardados del estilo. Y aunque es cierto que los niños de la bici de Torrejón se han ido aupando poco a poco a estar entre los lugares de privilegio de la tabla, aún no disfrutan de ese éxito masivo que ha propiciado el advenimiento del Rap en los últimos años y que, a tenor de lo que se vio, les llegará mas pronto que tarde.
Era el primer concierto del nuevo año en una sala abarrotada hasta la bandera, fue un sold-out de libro, en la que debutaban en una ciudad que parecía que les había estado esperando desde siempre. El detalle del pasillo entre la gente que se tuvo que hacer cuando salieron para que pudieran llegar al escenario, con la excitación y el ansia del publico por poder verles un momento en ese transito tan especial, y un “esto si es un recibimiento” que sonó sincero y emocionado cuando abrieron el bolo, fue buena prueba de ello.
Álvaro Pascual Pazos “Alpaspa” se ponía tras los controles atrás y comandaba la salida de los protagonistas desde que arrancaron con “Por Nosotros” que, como casi todo el material restante del set-list, fue coreado y cantado a pulmón por el personal que, así es en la urbana, lucía una media de edad muy joven, y que llevó en volandas a los de arriba, conmovidos por la brutal respuesta de todo el sitio a sus canciones. Y es que la forma de escribir que tienen tocando sentimientos tan importantes como el respeto a la familia, hablando constantemente de ello en el concierto, o la lucha por llegar arriba (“Chao” fue demoledora cuando la cantaron) y no renunciar a los sueños, hace que sea perfectamente entendible el por que sus canciones se han transformado en himnos para tanta gente.
Se armaron de un cancionero, “Distinto” en la que subieron a alguien llamada Patricia al escenario of course, la impresionante “Tu” o “Si te Vas” por citar algunas de la primera parte, que derrochó buen feeling y verdad, y enarbolaron una puesta en escena tan sobria y sencilla como cabría esperar, esto que veis es lo que somos punto. Sirva un comment en el clip de “Unión” (que gozada verla justo después de “Confía”) en el que alguien dice 0% drogas, alcohol, machismo 100% amor felicidad y amistad, para ilustrar buena parte del bolo, y que no dudaron en parar para sacar a alguien de la olla que sufrió un mareo y en un gesto casi inaudito esperar a que estuviera a salvo para seguir.
Poco que objetar de ahí al final con un listado de temas, “Sentimiento Real”, “Brillar” o la esperada “Aprendí” al que si tuviera que buscarle un pero tal vez sería el decidirse a usar demasiadas a capellas por una razón obvia en mi opinión. La línea entre un concierto de Rap y una lectura de poesía, buen poesía eso es indudable, es muy fina, y la falta de bases puede hacer que se resienta el ritmo del concierto. Aún así cuando todo acaba, o tal vez antes por que lo repitieron, nos dijeron que éramos el mejor publico del Rap y no parecía manido ni preparado.
Comentaron de venir el año que viene.
Ya están tardando.
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