¿Recuerdan la escena inicial de Apocalipse Now cuando Martin Sheen/ Benjamin L. Willard atrapado en su habitación de hotel empieza a narrar la odisea que le llevará al final hasta Kurtz/Brando?. Dice: “Saigón. Mierda. Aún sigo solo en Saigón”. ¿Recuerdan esa frustración que emana por todas partes en esas pocas líneas de dialogo?…
Me acuerdo de ella hoy cuando entro a la plaza por que, mierda, el mal tiempo ya está aquí. Siempre pasa lo mismo en las ferias. De repente el verano agoniza a la velocidad de la luz, y nos golpea la cruda realidad de lo que se avecina. Y si he de serles sincero, pensé que la cosa iba a tener que llevarse al Liceo por la lluvia que, parece, que en los próximos días va a hacer acto de presencia.
La cita para hoy es un must, no cabe duda. La inclusión de Patáx en el cartel de la programación musical de este año, fue cuando menos una sorpresa. La banda, big band en realidad son once miembros hoy en el escenario, es famosa por reinterpretar a su manera grandes clásicos inmortales (de los Beatles a Michael Jackson como hicieron a lo largo de toda la noche), pero también por su música propia, a eso fue un servidor, que Jorge Pérez el cerebro y motor del grupo ya calificaba de “complejilla” (La Vanguardia, 14-1-2020) hace, llevan en activo once, unos años.
Garantes de una amalgama de estilos, flamenco, pop, funk, salsa e incluso hip-hop o rock, y auténticos virtuosos de los suyo cada uno, son músicos de estudio que tocan para mucha gente diversa desde Raphael a Jorge Drexler, forman un combo al que se ha descrito como la mejor banda de fusión de Europa. Y puede ser que no les falte razón a quienes así lo aseveran. Solo fijándome en la vocalista ya me quedé de un aire, Aurora García que seguro que les suena con su banda Aurora & The Betrayers, pero todos rayan a un nivel estratosférico, con las canciones que alargan, cambian y enriquecen de forma sorprendente y compleja gracias a su virtuosismo y calidad.
Un acierto absoluto.
Mañana enfilamos las ultimas noches.
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