Marge…¿dónde están mis botas de comer chillies?.
Ya estamos a ello de nuevo. Sin restricciones, sin mascarillas, y sin sillas maldita sea. Casi parece increíble pero esto ya es como antes que el hiato pandémico nos golpeara. Las ferias de 2022 ya están en marcha y el por que estoy hoy en Valladolid en vez de en mi ciudad, no hace falta ser muy listo para verlo. Simplemente no me considero capacitado para escribir de lo que va a ocurrir en el escenario de la plaza mayor de Salamanca la mayoría de las noches. Del otro, el Parque Elio Antonio de Nebrija ya les contaré todo lo que llegue a ver que además será, estoy seguro, muy importante.
Me enchufo esta primera noche a la capital para el pase de uno de los nombres del momento en el universo urbano. La comparecencia de don Patricio en el mastodóntico escenario de la plaza mayor es casi imperdible para el que suscribe por varias razones, pero la mas importante es que nunca le había visto en directo, antes. Y cuando todo acaba tengo la misma sensación que me acontece últimamente en muchos conciertos del estilo. Falta algo.
Y conste que el tipo tiene, en mi opinión, talento a raudales y buenas ideas en forma de un cancionero ciertamente radiable y bailable, pero en directo parece adolecer de fuerza y sufre una cierta endeblez. Si es achacable al parón, el mismo contó que llevaba mucho tiempo sin hacer conciertos o al menos hacerlos como antes, obligado por las circunstancias que hemos vivido en estos meses pasados o no, ya es otro tema. Pero ahí está.
Llega con una banda estupenda, la batería de Christian Delgado y su flow magistral la guitarra de Juan Arance que tanto bien le hace y la constante presencia atrás tras los platos de DJ Pimp, que realza aun más los temas (ya se vio desde que arrancó con “ Y a mi Que?” o luego en “Benicassim” o en “Pa toda la Vida”), y se apoyó en ella constantemente, sobre todo en Pimp al que dio espacio mas que de sobra, en un pase tan corto como cabría esperar en los últimos tiempos. Y vuelvo a repetir que nada que objetar a eso, en opinión del que suscribe la mayoría de las veces es lo mejor.
Los mejores momentos, que un mega hit como “Enchochado de Ti” es un póker en la mano no se puede dudar, costaron de arrancar, y en la parte final convirtió la plaza en una gigantesca rave, tras el celebérrimo y obligado “Contando Lunares”, que pareció acortar aún mas su tiempo tras el micro.
Para que parezca un conciertazo, dice.
Tal vez lo pareciera pero, ay, no lo fue.
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