Diego Teruel se define a sí mismo como “un pobre flaco de provincias que utiliza la música con un fin terapéutico”. Nacido en Antas y criado en el levante almeriense, el termino cantautor le queda ya un poco pequeño en mi opinión. Con 14 años de trayectoria a sus espaldas, desde el lejano inicio con Spring Onion y su paso por Los Bombástico, No Potable y su incursión como payaso en el espectáculo didáctico musical “El Rock se cuela en la escuela”, hasta la salida del primer álbum de su “marca”, me refiero a El Bombo, titulado “El Disco”, el crecimiento que ha experimentado es más que notable.
Este próximo domingo pasa por La Chica de Ayer.
P: Hace unos días se estrenaba el documental de José Luis Teruel “Yo Quiero Cantar” que versa sobre tu trayectoria. ¿Puede ser un buen punto de partida para acercarse a tu forma de ver y entender la música?
R: El documental es una buena forma de acercarse a nuestro universo, sí.
En él, el espectador podrá conocer a todas las personas que hacen posible que “El Bombo” pueda seguir existiendo como proyecto musical y, lo más importante, como persona.
Somos una pequeña familia y mi hermano pequeño, valga la redundancia, se ha encargado de inmortalizar para siempre nuestra historia; historia que no deja de ser la misma que la de la mayoría de las bandas o artistas, creemos que muchos que no nos conocen pueden verse reflejados también en este documental.
P: Has contado en entrevistas que este proyecto nace en medio de la vorágine de la pandemia a raíz de la paralización del trabajo con No Potable…
R: Así es. No Potable era mi banda de toda la vida, desde que era un chaval, y fue un golpe muy duro tener que paralizar nuestra actividad con un disco recién sacado del horno y que vamos a empezar a girar. Durante el encerramiento comencé a sacar cosas que tenía en el cajón con un toque más introspectivo; letras o melodías que había desechado para otros proyectos por considerarlas demasiadas íntimas.
Esto dio lugar al disco que hoy tenemos en nuestras manos.
P: ¿Cómo fue la grabación del álbum en Brutal Sound y el trabajo de Antonio Belmonte a los mandos?
R: Fue un proceso muy divertido, entretenido, duro y gratificante. Antonio Belmonte es un animal, un cerebrito del sonido. Además, dispone de buenos medios y de una herramienta básica para poder hacer las cosas bien, en mi opinión, el amor por su trabajo.
Currar con un tipo así facilita mucho las cosas, sobre todo cuando estás haciendo algo tan personal en lo que respecta a las letras o intenciones de cada tema. Ha sabido hacerlos suyos también y darles un chute de calidad.
P: Las letras (“He visto a tus hijos rezándole a una televisión”, “…salva a tu pueblo, y luego el planeta”), las jugosas sonoridades diferentes que atesora, la portada del álbum (obra de Pulp Anto el autor de la recomendable Remake Apocaliptico), y el concepto del disco para llegar a todo tipo de público, tribu o ideología aparte como tú dices, son cuando menos ambiciosos y a mi parecer después de oír el resultado, justificados. ¿Cómo es la traslación al escenario de las canciones?
R: El escenario es nuestra casa. Es donde nos gusta jugar y experimentar, además de que para nosotros es el principal vehículo de transmisión para tu música. El disco mola, pero una vez que cierras el proceso creativo necesitas más y eso, solo te lo puede dar el directo.
Nuestros directos suelen ser muy enérgicos y espontáneos, no llevamos mucho guion, las canciones son las que se encargan de hablar.
P: Empezasteis este año a presentar el disco el 18 de febrero en Madrid ya con todo, más o menos, en como solían ser los conciertos antes del hiato pandémico. Imagino que habrá sido pura vida el volver a encontrarse con la ahora llamada “antigua normalidad” en esta gira, después de los terribles meses de incertidumbre y sillas en las salas y festivales…
R: Tuvimos la suerte de presentar el disco en la capital y fue un llenazo absoluto. Nos quedamos flipando. Además, se juntó con eso que comenta, veníamos de dar muy pocos conciertos, y los pocos que habíamos dado era con gente sentada, algo que rompe totalmente la dinámica de la música en directo. No por el hecho de estar sentado, que también se disfruta así la música, si no por el hecho de estar coartados.
En cambio, ahora, se respira otra energía, y la gente no duda en bailar, ya no son tan tímidos/as como antes.
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