Fyre es una palabra en una antigua lengua escandinava, en Norn un idioma extinto ya, que significa cuatro y fuego, y que nombra la última obra (Fyre, Marion Cobretti Records 2020), la cuarta aparte del mini ep de versiones de bandas sonoras, de la banda. Este viernes lo presentan en Potemkim acompañados por nuestro Gautxori en la primera vez de los bilbaínos en la ciudad, y David González (bajo) nos cuenta…
P: El significado del título, ese fuego que habéis declarado que definía la energía renovada con que volvíais al local de ensayo, la estupenda portada de Ritxi Ostáriz y la colección de canciones más ambiciosa y elaborada de la historia de la banda, se cruzan con una situación distópica y dramática que ha marcado terriblemente el mundo de la cultura y la música justo cuando salía
R: Arrancamos el 2020 con FYRE, con un nuestro mejor disco hasta la fecha. Hicimos un esfuerzo muy grande por intentar refrescar nuestra propuesta e intentar darle algo novedoso a nuestras canciones. Fue la primera vez que componíamos un disco sin presiones de calendario y creo que obtuvimos el mejor de los resultados. El ciclo natural de una banda es escribir canciones, grabarlas y tocarlas en directo y es en este último punto donde nos quedamos por culpa de todo lo que ya conocemos. Tuvimos que suspender todos los planes de directo que teníamos y desde entonces hemos estado improvisando en base a las circunstancias. Hemos tocado todo lo que hemos podido mientras lidiábamos con toda esta mierda, suspendiendo o retrasando conciertos, incluso contagiándonos con tal de defender un disco que salió dos semanas después de declararse una pandemia mundial. En nuestro caso fue todo cuestión de mala suerte, publicamos nuestro mejor disco en el peor momento pero estamos muy orgullosos de haber peleado por ello.
P: El disco se grabó en los estudios Koba de Bilbao por Xanpe vuestro técnico de siempre y vosotros, y se nota el mimo y cuidado que le habéis puesto.
R: Xanpe ha sido nuestra mano derecha desde el comienzo. Entiende perfectamente nuestro sonido y sabe plasmarlo tanto en disco como en directo. Si algo teníamos claro desde el principio era que queríamos hacernos cargo tanto del proceso compositivo como de la producción del disco. Y la mejor opción para ello era volver a casa a grabar el disco junto a nuestro hombre de confianza, la única persona que mejor podía ayudarnos a plasmar todo eso. Estuvimos un mes grabando, dedicándole el tiempo necesario a cada parte, arreglo, sonido… siendo el disco que más tiempo nos ha llevado y donde más nos hemos exigido a nosotros mismos.
P: Contasteis en su momento que lo planteasteis como una forma de refrescar vuestra propuesta musical, aún más como un antes y un después en ella incluyendo las letras esta vez dejando un poco de lado la temática cinematográfica, pero a mi entender no habéis renunciado a las señas de identidad del grupo. Me refiero a los riffs gruesos de Josu (Luengo, guitarra), la característica voz de Lete y la base rítmica de demolición de David (González, bajo) y Ekain (Elorza, batería). ¿Había intención de que el disco fuera rupturista?
R: Con el paso de los discos hemos tenido la necesidad de dar un paso hacia delante y no estancarnos escribiendo letras con referencias cinematográficas. Nos sentíamos un poco reiterativos y era necesario empezar a contar otras cosas. En este disco hay un poco de todo, letras que hablan de la condición del ser humano (del lado más oscuro y perverso que tenemos) como “Letdown”, “Parasites” o “We are Next”. Pero también hay cabida para textos más livianos como “New Old Days” que habla de subirse a una furgo y salir a tocar o “Legarreko Kanpaiak” que rinde homenaje a Legarre (Eibar), el barrio donde está nuestro local de ensayo y hemos compuesto este disco.
Respecto al estilo musical la idea era no repetirnos haciendo una extensión de nuestros anteriores discos. Tampoco es que hayamos cambiado de estilo, ni mucho menos. Seguimos siendo una banda de rock pero sí es cierto que le hemos intentado dar una vuelta a todo ello. Por eso hemos tratado de alejarnos de la zona de confort y pasar mucho más rato en sitios más incómodos o desconocidos para nosotros con el único fin de encontrar resultados diferentes.
P: Y ahora a defenderlo por fin en directo, empezasteis esta gira para presentarlo en Tolosa en octubre, en unos conciertos que más o menos ya se pueden catalogar como los de antes del hiato pandémico. ¿Cómo afrontáis la vuelta a la carretera en condiciones ya mas naturales para los directos?
R: Pese a todo lo acontecido nosotros hemos sido de esas bandas que han estado encima de un escenario siempre y cuando se ha podido, en las condiciones de cada momento y con restricciones de todo tipo. Es lo que nos ha tocado habiendo editado un disco en marzo del 2020… Desde Octubre del año pasado estamos tocando por lo tanto no tenemos la sensación de afrontar una vuelta, seguimos estando ahí con la diferencia de que ahora parece que todo empieza a distenderse. Es cierto que ahora todo es más parecido a antaño y eso es algo que nos alegra y nos da algo más de aire y esperanza para seguir defendiendo nuestro nuevo disco.
P: Es imposible no preguntaros por las otras bandas, la tuya (Berri Txarrak) y Ekain (Morgan) que han marcado el devenir de Cobra en cuanto a compromisos, giras, etc…
R: Así ha sido, y los cuatro hemos sido conscientes de ello. Desde un principio tanto Josu como Lete han sabido amoldarse al calendario que imponíamos el resto debido al compromiso que teníamos con otras bandas. Y el aprender a hacer camino sin prisa ni presión ha hecho que hayamos podido llegar hasta aquí con mas de quince años de trayectoria, cuatro discos, un EP y un sin fin de conciertos a nuestras espaldas.
Con este disco la apuesta era nueva debido a la situación de cada uno. Era la primera vez que podíamos dedicarle tiempo completo al grupo y ver hasta donde éramos capaces de llegar. Fruto de ello, hemos conseguido hacer nuestras mejores canciones que forman parte de FYRE, un disco maldito del que estamos muy orgullosos.
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