Son los de Burgos uno de los pocos combos que consigue poner de acuerdo a critica, público y otros artistas. De ser una promesa en ciernes, a conquistar la parte de arriba de la tabla a base de trabajo, tesón y un cancionero ejemplar. Nos juntamos con Nacho Mur para que nos cuente que está pasando en la banda:
P: Han pasado unos meses ya desde la salida de “Ninguna Ola”, ¿cómo ves el disco con esa perspectiva y como fue el trabajo con Raul Refree?
R: Estamos muy contentos. La reacción de la gente es muy diferente. No podemos compararlo con otros discos porque el mundo ha cambiado. Antes, nuestro medidor eran los conciertos, sobre todo en una gira que organizábamos nosotros y ahora ha cambiado todo. Hemos tocado donde hemos podido, podemos seguir tocando y por eso ahora estamos en Salamanca. Estamos muy, muy orgullosos del trabajo realizado y en el que hemos intentado buscar la emoción desde otro lugar. Raúl ha tenido mucha importancia desnudando las canciones y buscando la emoción desde otro lugar. Estamos muy satisfechos con las canciones, con la experiencia de grabarlo en Portugal y ahora, cuando las tocamos en directo, la verdad que la respuesta también es buenísima.
P: Fue un disco rupturista en la trayectoria de la banda con loops, samplers y a mi entender, con un nombre, Tom Waits, planeando por encima. Precisamente por eso, ¿trasladarlo al directo ha sido difícil?
R: Es verdad que ha habido algún elemento nuevo, como una caja de ritmos en dos canciones o un sintetizador, pero son detalles. Realmente era más de mirarnos, y tocar todos a la vez. Esto ha hecho que luego el directo haya sido incluso más sencillo que otros discos, porque no era una cuestión de hacer capas que se grababan sino que esto es música en directo. Todo lo que suena se ha tocado a la vez, excepto algunas voces que hemos grabado después. Realmente no nos ha costado mucho. Y en cuanto a lo de si es rupturista… yo creo que al final es que es un paso más en el camino para cada disco. Es el reflejo del momento que está viviendo el grupo. Creemos que es un paso más, una evolución del grupo.
P: Sois una banda incansable que parece no querer dejar nunca la dinámica de disco/gira, aunque eso se vio interrumpido en los últimos tiempos por motivos obvios. Ahora que parece que se va recuperando poco a poco, estos días habéis pasado por Bilbao, Miranda de Ebro y Barcelona, ¿cómo ha sido volver a encarar una gira?
R: Hubo un tiempo muy complicado, y es verdad que salvo un par de conciertos, todos los hemos podido hacer (no todos los grupos han tenido esa suerte). Entonces, es verdad, que han sido nuevas circunstancias con la gente sentada. Estamos con muchas ganas y ha sido un verano muy bonito. Desde marzo no hemos parado e hicimos unas presentaciones en salas en Madrid, en Burgos, en Barcelona, también en Cádiz… Y luego en verano hemos podido tocar en sitios al aire libre, porque era la manera más segura, además teniendo en cuenta restricciones y protocolos. Ya nos quedan pocos; siete conciertos. Ha sido una gira diferente, pero estamos súper felices.
P: ¿Al acabar os planteáis volver a meteros en el estudio y tal vez volver a sacar canciones nuevas?
R: Sí, sí. Anunciamos por Instagram hace un par de semanas que estábamos grabando un nuevo disco, así que sí. Estamos trabajando en ello. Va a haber canciones nuevas y pronto daremos toda la información.
P: A mí me resulta inevitable no preguntar por la autogestión absoluta que tiene la banda (y que me parece absolutamente ejemplar)…
R: Sí, totalmente. Es otra manera de trabajar desde el inicio y es muchísimo trabajo, la verdad. No voy a negar que esto no es un camino de rosas. Lo bueno está clarísimo que es la libertad absoluta. Sin duda ese es el mayor “pro”, y es por lo que lo hacemos. No tener que explicarle a nadie por qué hacemos las cosas, por qué tomamos las decisiones que tomamos, cómo todo lo decidimos entre los siete… Lo malo, que son horas y horas de trabajo, que no consiste solo en tocar un instrumento o en componer una canción. Pero bueno, creemos que por ahora nos sigue saliendo rentable artísticamente echar esas horas. Siendo siete no está mal, si fuéramos tres, pues seguramente sería más complicado.
P: ¿Es cierta la historia del contrato con la multi que se frustró?
R: En ese momento pensamos que no era la mejor opción, que queríamos seguir como estábamos. Y, luego llegó la pandemia. A lo mejor hubiera estado bien aceptar la oferta y salir corriendo, pero ahora estamos muy contentos. Realmente creemos que es la mejor manera y, de hecho, seguramente no hubiéramos podido hacer la gira que hemos hecho si hubiéramos estado en discográfica. Esto no quiere decir que no lo hagamos en un futuro. Las cosas cambian, nunca se sabe, pero estamos a gusto y sentimos que es nuestra manera de funcionar.
P: Volvéis otra vez por las ferias y, aunque ya no volváis a la Plaza Mayor, vais a un sitio nuevo y más grande todavía. Aunque por supuesto, con las restricciones, pues estará lo que yo llamo ahora sembrado de sillas. Tú has tocado con muchísima gente, con distintos artistas pero… ¿es tan duro los conciertos como se ven desde abajo?
R: Cada concierto es una celebración. La gente no puede estar de pie y bailando como antes, se echa de menos. Es verdad que nos hemos dado cuenta de que ahora surgen otras cosas que antes no surgían, como una cierta emoción. Por ejemplo, una reflexión hacia las letras; la gente que está sentada, yo creo que se fija más en las letras que antes, incluso en un concierto y en directo. Creo que hay una conexión que es diferente, sin duda es menos festiva pero a lo mejor es más profunda. Entre nosotros lo hablamos, porque hay veces que se generan momentos mágicos. Otro ejemplo es que han aplaudido en mitad de una canción (cuando la gente estaba de pie eso no pasaba nunca). Entonces, está claro que hay cosas que se han perdido, pero hay otras cosas que no nos habíamos planteado y que están surgiendo como esta emoción.
P: Lo comentaba antes… Tienes un largo historial de las distintas colaboraciones que has realizado con diversos artistas y en estos últimos años, con La M.O.D.A. ¿es este tu sitio?
R: Desde el primer momento me han tratado fenomenal. Estoy feliz y en mi sitio. De hecho, no me imagino estar en otro sitio que no sea este. Espero que el grupo dure muchos años, porque eso es lo que queríamos desde pequeños: tener un grupo en el que poder hacer música de manera sincera, decir cosas que yo considero importantes y que la gente responda.
Como se puede leer en algunas de mis crónicas, es difícil, muy difícil, prácticamente imposible, atacar a La M.O.D.A. por algún lado. El modelo de gestión del grupo, las canciones, las letras, y encima su directo, que como siempre digo, es una tormenta perfecta.
Fotos: La M.O.D.A.
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